Noticias / Rafael Puyol Antolín (p.1962)en su conferencia sobre el futuro de la población española en La Granda
Esta Noticia fue editada el: 18-08-2014

Rafael Puyol Antolín (p.1962)en su conferencia sobre el futuro de la población española en La Granda max-width=

(La Nueva España)

RAFAEL PUYOL ANTOLÍN | Catedrático y exrector de la Universidad Complutense de Madrid

"Las parejas tienen que saber que tener hijos es bueno para ellos y para la sociedad"

"Una buena política de conciliación de la vida laboral y familiar de las mujeres es una de las claves para superar la actual crisis de natalidad"

Olaya GONZÁLEZ "Asturias es una de las comunidades más envejecidas de España, su porcentaje de población mayor de 65 años supera el 23 por ciento". Rafael Puyol Antolín (Gijón, 1945), catedrático y exrector de la Universidad Complutense de Madrid, es una de las voces más autorizadas del país a la hora de hablar de demografía. Tras su conferencia sobre el futuro de la población española en La Granda, responde a las preguntas de LA NUEVA ESPAÑA.

-¿Es la crisis económica causante del descenso de los nacimientos?

-Es cierto que mucha gente achaca la caída generalizada de los nacimientos al influjo de la crisis económica. Yo no digo que no influya, los momentos de apuros no son precisamente los mejores para corregir los índices de baja natalidad que tenemos, pero a veces nos olvidamos de otros factores.

-Por ejemplo...

-Tener hijos tardíos o que las madres inmigrantes ya no están contribuyendo tanto a los índices de natalidad, precisamente porque son menos. También es muy importante el hecho de que ha caído el número de mujeres en edad de procrear. Éste es un tema mucho más importante de lo que pueda parecer en un primer momento; las féminas en edad fértil son muy necesarias para un país que busca superar una crisis económica.

-¿Por qué hace falta esa implicación de las mujeres?

-Hoy en día exigimos que haya más mujeres en el mercado laboral, pero también queremos que tengan hijos. Sin una buena estrategia que ayude a las mujeres a ser madres y que no repercuta en su profesión, va a ser muy difícil. En la definición de una buena política de conciliación de la vida laboral y familiar reside una de las claves para superar esta situación. Cuando en las encuestas sobre fecundidad las mujeres tienen que decir qué les vendría bien para decidir tener hijos, la mayoría responde que un trabajo.

-¿Es necesario un cambio total del modelo?

-Para que una pareja se decida a tener un hijo hay que darle las facilidades necesarias. Se pueden poner muchas medidas económicas para recuperar la natalidad, como subvenciones por hijo, medidas fiscales e incluso puedes facilitar a los jóvenes el acceso a la vivienda. Ahora bien, es necesario convencer a las parejas jóvenes de que tener hijos es bueno para ellos y también para la sociedad. Hoy en día esa mentalidad no existe. Las instituciones públicas tienen que hacerse responsables de eso. En ello reside buena parte del futuro social y económico de este país: el sistema de pensiones, la Seguridad Social, el sistema sanitario o el pago de la dependencia. En ese sentido, aún no hemos dado con la clave.

-Podría decirse que el problema demográfico no es una prioridad para el Estado.

-Entre la miscelánea de asuntos que enfrenta hoy el mundo actual, como el calentamiento global, el crecimiento de las ciudades, la globalización económica, el problema del hambre o de la desigualdad social, a veces olvidamos la raíz de muchos de ellos, que es la demografía. Suelo decir que los demógrafos somos una especie de teloneros; salimos y advertimos de que de seguir con esta demografía el mundo va hacia una situación preocupante y muy difícil de sostener. No nos corresponde tomar las decisiones, para eso están los políticos. Estas medidas son muy necesarias en algunos países e incluso regiones como Asturias, en los que la situación está bastante deteriorada.

-En su charla ponía el ejemplo de los países nórdicos.

-Los países nórdicos y de Europa Occidental tienen una situación mejor en natalidad y fecundidad. Si bien es verdad que ningún país renueva generaciones, algunos de ellos sí están en valores que se acercan mucho más a ese objetivo. Por lo tanto, están en mejores condiciones para afrontar el futuro pago de las pensiones y de los gastos sanitarios. Algunos países como Francia, Bélgica o Inglaterra también pueden afrontar los problemas de desequilibrio entre población activa y dependiente en mejores condiciones que nosotros. Por el contrario, España, Italia o Grecia no tienen una situación demográfica adecuada para afrontar estos asuntos con la seguridad de que serán capaces de resolverlos.

-¿Qué se puede hacer para solventar esto?

-Hay que incentivar políticas activas que mejoren la situación de la natalidad o que favorezcan la llegada de inmigrantes, porque los vamos a necesitar. Tampoco hay que olvidar las acciones que traten de sacarle partido al envejecimiento, que es una conquista social y algo positivo, pero que está plagado de consecuencias. Igual hay que pensar en prolongar la actividad de los mayores buscando otras tareas que puedan ser beneficiosas, primero para ellos mismos, pero también para la sociedad, para la economía en la que se insertan. A los más mayores hay que atenderles en sus necesidades.

-¿Qué no debe faltar en una política que luche contra el retroceso demográfico?

-Siempre debe incluir tres grandes asuntos. Lo primero, cómo ayudamos a las familias a tener un número mayor de hijos en buenas condiciones. Después, las políticas activas para la tercera y para la cuarta edad que ayuden así a que las personas se sientan atendidas. Y, por último, cómo definimos políticas de atracción de inmigrantes que puedan ayudar a paliar el déficit entre población activa y dependiente.

-¿Hay más países al nivel de España?

-Los países del este de Europa están mucho peor que nosotros. Para entendernos, estarían en un nivel parecido al asturiano. Hay algunos que tienen de media menos de un hijo por mujer, lo que les va a causar grandes problemas en el futuro. De ahí la necesidad de incentivar políticas activas que mejoren la natalidad.

-China es un caso aparte.

-Acaban de suavizar la política del hijo único, que se instauró en un momento en el que el país tenía un crecimiento demográfico muy fuerte. China tuvo siempre políticas muy zigzagueantes. En años de cosecha buena, siempre apostaban por la natalidad. La política marxista de población es populacionista, ellos dicen que no hay un problema de población excesiva, sino de injusto reparto de las riquezas. Cuando llegaban momentos de crisis económica fuerte, llegaban también políticas de control exhaustivo. Ahora se han dado cuenta de que la política del hijo único les va a conducir a un envejecimiento muy fuerte, y no están preparados para ello. Tienen que empezar a tomar medidas, porque, si no, les va a estallar entre las manos.

-Para terminar con un tema más positivo, en su conferencia dijo que es posible llegar a vivir 122 años.

-En ese momento estaba expresando más un deseo que una realidad. Aumentar la esperanza media de vida es una cosa perfectamente posible. En el horizonte, a mediados de siglo, las mujeres estarán en una media de más de 90 años y los hombres superarán los 85. Tenemos terreno para mejorar la esperanza media de vida al nacer. Hay una cosa especialmente significativa, y es que cuando cumplas 65 años el número de años que esperas vivir todavía sigue creciendo. Llegar a 122 años todavía va a llevar un poco de tiempo.

 

Foto Angel