(La Nueva España)

ANTONIO CORRIPIO | Presidente del Real Grupo de Cultura Covadonga

"Tenemos constancia de que no se respetaba la lista de espera para entrar en el Grupo"

"Esperamos poder presentar a los socios antes del verano un acuerdo de compra de terrenos ubicados en el Club Hípico Astur"

Pablo Tuñón - Antonio Corripio ya ha superado un año de mandato al frente del Grupo Covadonga y este miércoles se enfrenta al reto de aprobar sus presupuestos en una asamblea a la que también llevará, como novedad, la entrada de 295 socios de la lista de espera.

- ¿Cómo se plantea la asamblea?

-Esperamos una asamblea numerosa. Queremos hacer un llamamiento para que la gente acuda y por eso la ponemos en un pabellón amplio. Esperamos que sea tranquila, lo que no significa que no vayan socios que vayan a exponer las dudas que tengan.

- ¿Confía en sacar adelante su propuesta presupuestaria?

-Sí. Además es un proyecto que no sólo lo ha ideado esta junta directiva, sino que nos hemos reunido con diferentes secciones, con socios, con padres de deportistas, con usuarios? Es una asamblea en la que presentamos las cuentas del ejercicio anterior, una memoria de actividades muy extensa a pesar del cambio. Queremos dar sobre todo un mensaje de tranquilidad: el Grupo va bien. Hemos pasado un año extraordinario, con una fusión, una incorporación de una junta directiva nueva. Y tenemos un equilibrio económico, porque hemos presentado unas cuentas muy ajustadas en un año que no hubo derramas, no hubo incorporación de socios nuevos ni subida de cuotas.

- Pero las cuentas arrojan déficit.

-En un ejercicio extraordinario, con algunos temas heredados que hemos tenido que solventar, como la finalización de juicios por la fusión, que nos supusieron unos gastos en los que no vamos a incurrir en un futuro. En un año con todos estos cambios, presentar unas cuentas con unas pérdidas de 39.689 euros...

- Pero la gente ve números rojos y se asusta.

-Es lógico, porque debemos recordar que una de las cosas que nos hizo presentarnos es que veíamos que el club llevaba varios años con resultados negativos. Éste sería el tercer año consecutivo. Queremos invertir esa tendencia a partir de 2017. Pero 39.000 euros sobre un presupuesto de diez millones y pico, es casi atinar en el centro.

- Están dando mucho bombo a las inversiones. ¿Por qué?

-El Grupo tiene todos los años una cantidad para realizar inversiones, pero en este caso resulta insuficiente para todos los proyectos que presentamos. No sólo han surgido de esta junta directiva, sino de reuniones con secciones, socios, dirección general y dirección deportiva. Hacemos especial hincapié en Las Mestas, que se lleva el 91% de las inversiones. Queremos potenciar todo lo que es deporte; también entra una tienda, que muchos socios nos la demandaban, y para la que estamos a punto de firmar un convenio con Adidas. Y luego, en otras sedes como Mareo, son justificadas. Tenemos un proyecto de cabañas, que nos las han pedido responsables de secciones, y hay una piscina infantil fuera de norma donde haremos un parque acuático.

- ¿Qué pasa con todo eso si se rechazan los presupuestos?

-Supondría retrasar las inversiones, porque son necesarias. Si no lo fueran, no las plantearíamos. Las inversiones son fruto de reuniones de la junta directiva con diferentes partes del club y, luego, también derivan de situaciones que nos hemos encontrado. Que la cafetería no tenga licencia ha supuesto volver a hacer un proyecto en el que los baños son más amplios, con lo que ocupan parte de la zona de ajedrez y de otra sala más? La zona de squash también está fuera de norma, la ludoteca no está correctamente instalada?

- Entre las inversiones está cubrir las pistas de tenis tras haber destinado para cancha polideportiva una pista del pabellón. ¿Por qué tomaron esa medida tan polémica?

-Tuvimos un problema de comunicación. Empezaba la temporada y transformamos la pista seis de tenis en polideportiva para que pudieran entrenar a baloncesto, balonmano y voleibol. Anticipamos ese proyecto de techado de las pistas. Se formó esa suspicacia y se formó un grupo de socios, y nosotros les informamos de lo que íbamos a hacer. Una cosa que hemos aprendido es que cada decisión que adoptes afecta a un colectivo. Aunque pienses que es lo mejor, es bueno tener en cuenta su opinión. Es un proyecto que venía en programa.

- Ya, pero la sección de tenis tiene gran peso.

-Sí, pero tampoco queremos que el socio piense que para conseguir algo tiene que movilizarse. Queremos escucharle. En el squash, por ejemplo, nos hemos reunido con ellos, hemos consesuado una salida. Tenemos reuniones con todos los colectivos: unos abren un grupo de facebook y otros hacen un escrito y piden una reunión.

- ¿Se han superado las tensiones fruto de la fusión con el Centro Asturiano?

-En eso estamos. Creo que la integración es lenta. Hay ahora mismo un proceso que realmente no está ayudando, nos gustaría que se encauzara, que fueran capaces de reunirse las partes. Los socios afectados provienen del Centro Asturiano y tenemos un seguro que puede cubrir sus reclamaciones, pero, por favor, que dejen fuera al Grupo.

- Habla de los exsocios del Centro Asturiano que piden indemnizaciones que pueden afectar al Grupo.

-Es una demanda que va contra una junta directiva anterior y contra un seguro que tenemos de responsabilidad de directivos y, de forma subsidiaria, contra el Grupo. No nos gustan los juicios y una de las cosas que nos trajo a donde estamos es la excesiva litigiosidad en el Grupo. Siempre preferimos que se llegue a acuerdos, pero que al socio le quede bien claro que siempre vamos a defender los intereses del Grupo frente a quien sea.

- Hay quien dice que hay más socios provenientes del Centro de los que debería.

-Por zanjar este asunto. Podemos garantizar que todos los socios del Centro Asturiano que son actualmente socios del Grupo están en el listado de 2011 cuando se firmó la fusión.

- Proponen meter a 295 socios de la lista de espera. ¿No está saturado el Grupo?

-Sí, pero el Grupo tiene unas bajas medias anuales de 500 socios. Tenemos un activo muy importante que es la lista de espera, que ejerce de barrera de salida de socios y es un activo convertible para financiar futuras inversiones metiendo nuevos socios. Y, además, hay gente que lleva entre nueve y diez años esperando. Desde que hemos llegado hemos incorporado dos sedes nuevas, el número de metros cuadrados por socio se ha duplicado y tenemos capacidad para absorber esos 295.

- Pero la sede de Las Mestas tiene mucho más uso que las de Begoña y Mareo.

-Por supuesto, pero es algo contra lo que estamos trabajando. La estacionalidad de la sede de Mareo es clara: primavera-verano frente a otoño-invierno. Tenemos un montón de actividades y el proyecto de cabañas, campamentos, cross training, hemos rehabilitado su gimnasio, cuando entre en funcionamiento la nueva cafetería también va a ser un plus para la gente que quiera ir en invierno? Pero, además, en el primer año de esta directiva la entrada de socios nuevos ha sido cero, por una media de quinientos anuales en anteriores años. Y es la primera vez que esto se somete a la asamblea.

- ¿Ponen en duda que hasta ahora se respetase el orden de la lista de espera?

-Tenemos constancia de que no se ha respetado. Los motivos no los ponemos en duda. Era una potestad que se tomaban las juntas directivas, pero nosotros no lo vemos así y creemos que deben entrar por riguroso orden.

- ¿Les costará que aprueben la entrada de socios?

-Hay un doble rasero: antes entraban 500 al año sin ningún orden y sin consultarlo a la asamblea y nadie decía nada, y ahora, que planteamos meter 295 en riguroso orden, se habla de ello. Es lo que tiene la transparencia. Pero esperamos que no haya problema, creemos que está suficientemente justificado. La financiación de las inversiones depende de ello.

- Y también del crédito de 690.000 euros que plantean.

-Exactamente. Si hubiésemos metido 400 socios a principios de año sin consultar con nadie, llegaríamos a la asamblea y problema cero, ni de financiación ni de crédito ni de nada.

- ¿Sigue necesitando el Grupo espacio pese a contar con Mareo y Begoña?

-Por supuesto que sí. Estamos en negociación tanto con el Grupo Ganax como el Chas para la totalidad de sus terrenos. Y hemos mantenido reuniones con los propietarios de la finca de La Torriente para, no tanto la compra, que nos exponen cantidades inasumibles, sino una permuta de los terrenos. La pelota está en su tejado. Pero son negociaciones privadas.

- ¿No van a contar nada de las negociaciones con el Chas en la asamblea?

-No hasta que no tengamos nada firmado. Esperábamos haberlo tenido, pero no. En todo caso, lo que salga terminará en la asamblea.

- El Chas tiene prisa en llegar a acuerdos, quieren saber cuál es su futuro.

-Lo sabemos. Y nosotros tenemos prisa por tener documentos que garanticen que la operación sea viable. La pelota está en su tejado, les hemos pedido una documentación muy básica para presentársela a los socios. Hemos aprendido de experiencias anteriores, como la de La Torriente. Es importante aclarar que en contra de lo que se manifestó en la asamblea en la que se aprobó su adquisición, ni en la fecha en la que se adquirió ni en la actualidad la finca La Torriente es susceptible de uso alguno deportivo o de aparcamiento por ser un jardín catalogado. Por eso queremos presentar información veraz a la asamblea y hasta que no tengamos documentación por escrito, entendemos que no es prudente.

- El precio por los 19.000 metros cuadrados de Ganax está cerrado. ¿Cuánto es?

-En principio está cerrado, pero no podemos decirlo aún.

- ¿Qué plazo se dan para intentar cerrar algo?

-Nos gustaría poder trasladárselo a los socios antes de verano, pero no depende de nosotros.