(EL COMERCIO)

La Inmaculada se calza las zapatillas solidarias

1.200 alumnos corren todo el día para poder financiar un centro de mujeres en Zimbabwe

ÓSCAR CUERVO

Una vuelta detrás de otra y así, durante todo el día. Alrededor de 1.200 alumnos del colegio de la Inmaculada demostraron ayer su compromiso con el deporte y la solidaridad corriendo en un circuito que rodeaba el campo de fútbol de este centro escolar. Por allí, además de estudiantes, también pasaron familiares, profesores y amigos. «Hasta las 12 de la noche», aclaró un alumno que, junto a más compañeros, tuvo que encontrar apoyos económicos fuera del colegio para poder participar. «Debíamos buscar un patrocinador. El dinero que consigamos se destina a la ONG Entreculturas, que está construyendo un centro de mujeres en Tongogara, Zimbabwe», explicó. La cantidad obtenida dependía del total de kilómetros trotados, por lo que más de uno, como apuntaba otra estudiante de primero de Bachiller, se animó a participar contra todo pronóstico. «Algunos no corren en clase de Educación Física, pero sí aquí. Hacerlo por una buena causa, rodeado de amigos y con tan buen ambiente, está genial», indicó.

Nadie se libró de aportar su granito de arena, ni tan siquiera los más pequeños del colegio, a quienes los mayores, los estudiantes de segundo ciclo de Secundaria y Bachillerato, tuvieron que llevar de la mano durante buena parte de la carrera. «Durante muchos años se celebró una marcha solidaria que tuvo que suspenderse en algunas ocasiones por culpa del mal tiempo. Así que se pensó en esto, y funciona. Existe además un hermanamiento con los niños pequeños, a los que tenemos que cuidar durante este tiempo», agregó la alumna.

Patrocinios para participar

A los pequeños, aclaró Ana García, delegada de Entreculturas Asturias, se les permite que sean sus padres y demás familiares los que patrocinen su inscripción. «En cambio, a los mayores les obligamos a visitar empresas y comercios, a que busquen apoyos económicos reales», apuntó. «Y lo cierto es que se lo curran», añadió.
Visto lo visto, los alumnos del colegio de la Inmaculada, así como sus padres, profesores y amigos, consiguieron ayer un importante número de kilómetros, que se traducirá, seguro, en una generosa cantidad de dinero que aún está por determinar, ya que la prueba aún continuaba al cierre de esta edición.

Necesitan 20.500 euros

En el campo de refugiados de Tongogara, donde Entreculturas quiere construir el centro de mujeres, residen, pese a las pésimas condiciones económicas de Zimbabwe, 7.700 refugiados procedentes de diferentes puntos de África. Allí, explican, las condiciones de vida se vuelven extremadamente difíciles debido al aislamiento y las altas temperaturas que se dan en dicho campo. Por ello, pretenden construir un espacio destinado a las mujeres del campamento, con capacidad para 50 de ellas, donde puedan recibir además una educación. El coste total estimado de la obra alcanza los 20.500 euros.

(LA NUEVA ESPAÑA)

Por Zimbabue, a la carrera

Los alumnos de La Inmaculada celebran un maratón solidario para financiar la construcción de un centro de atención a mujeres

Luján PALACIOS

Los alumnos del Colegio de La Inmaculada tienen claro que el deporte es bueno para el cuerpo y para los demás. Ayer celebraron una maratón sin descanso en el centro, entre las nueve de la mañana y las doce de la noche, con el objetivo de recaudar fondos para la construcción de un centro de atención para las mujeres del Campo de Refugiados de Tongogara, en Zimbabue.

Una inciativa que parte del colectivo Entreculturas y que tiene por fin, además de financiar una obra solidaria, "concienciar a los alumnos de la suerte que tienen, porque hay millones de niños sin acceso a la educación", explicaba Ana García, delegada de Entreculturas en Asturias y profesora en el centro. Cada escolar tuvo que buscarse patrocinadores para obtener fondos, en función de los kilómetros recorridos. Una acción original que se completa con otras actuaciones a lo largo de esta semana para recaudar los 11.000 euros que necesita el centro de atención de mujeres. "Creo que lo superaremos sin problema", confiaba ayer Ana García.

Los alumnos, por su parte, están encantados con la iniciativa. "Es muy interesante, es una forma diferente de ayudar", afirmaba Álvaro Pendás. Gloria Lorenzo lo secundaba. "Además es muy divertido, porque corremos con música y con amigos". Y las mujeres de Zimbabue se lo agradecerán.