El tripartito del diseño y la tecnología
Iniscom, Signal Software y Simbiosys comparten el espacio Sion, un semillero de ideas y proyectos individuales y globales
CRISTINA TUERO
Son empresas jóvenes, pero, como rezaba el eslogan, sobradamente preparadas. Iniscom, Signal Software y Simbiosys nacieron independientes hace ocho, siete y cinco años respectivamente, pero sus destinos se cruzaron en los pasillos del vivero empresarial del edificio principal del Parque Científico y Tecnológico. Y de la charla casual nació un vínculo profesional que trasladaron hace tres meses al espacio Sion, una área ‘coworking’ en la que 18 personas idean proyectos y desarrollan soluciones, individuales y conjuntas.
Cada una tiene su parcela de trabajo. En Iniscom, explica Diego González, su cometido está más orientado hacia el entorno industrial, para el que desarrollan software a medida «con herramientas que permiten realizar telemonitorización y telecontrol de sistemas». Entre sus trabajos, el que desarrolla para la empresa Imesapi, concesionaria del alumbrado público en Gijón, y que externalizan a toda España. Sus actuaciones futuras se dirigen ya en clave de aplicaciones para smart cities, fundamentalmente orientadas hacia la eficiencia energética.
En Signal están volcados en el desarrollo software aplicado a sistemas gráficos y 3D. Así desarrollan simuladores, orientan la tecnología gráfica hacia «entornos virtuales, el mundo tridimensional y los sistemas de información», además de reservar «una pequeña patita a I+D». De sus proyectos da cuenta la multinacional Indra, apunta Martín Bosque, y han desarrollado otro «muy interesante»: un simulador de comportamiento que actualmente está en pruebas. Un proyecto con esencia total de la Milla del Conocimiento, ya que se ha realizado en colaboración con otra empresa del parque, Táctica Corporativa, cuyo prototipo se prueba Atención al Paciente del Hospital de Cabueñes.
Asimismo, una parte de la financiación procede del Ayuntamiento de Gijón, de las subvenciones correspondientes a las Plataformas de Desarrollo Empresarial. Una tecnología que, explica Bosque, tiene otros usos potenciales como la formación de agentes de policía.
La más joven del trío empresarial es Simbiosys. Nacida hace cinco años, está especializada en el diseño y desarrollo web y multimedia centrado en el usuario. «Hacemos nuestras propias aplicaciones con tecnologías web», señala Marcos Viñuela, «también multidispositivo y multiplataforma». Entre sus líneas de negocio, destaca una orientada hacia la formación on line, con productos e-learning. Son, además, uno de los socios en la plataforma para medir la eficiencia energética en la conducción LabCityCar y lleva toda la aplicación web de la TPA.
La unión física en Sion ha supuesto un paso adelante para estas tres empresas: desde cambios en la estrategia comercial, «ahora vendemos la conjunción», hasta fórmulas para el ahorro de costes, «compartimos gastos en los viajes, y al tiempo que vamos juntos, analizamos proyectos». Entre todos acumulan un nivel de facturación que ronda los 750.000 euros, y en algunos casos con un importante volumen de subcontratación. «El porcentaje de negocio que generas a tu alrededor es importante y movemos más del que podemos asumir. Ahí está otra de las claves de la cooperación», apunta Marcos Viñuela.
Centro neurálgico
Todos creen en que el Parque Científico es «un centro neurálgico que te da una diferencia competitiva. Es cruzar la calle y tener empresas de todo tipo que te permiten hacer casi cualquier proyector a nivel industrial y tecnológico». Es más, el alma máter de Simbiosys está convencido de que «si tuviéramos el modelo de financiación de Silicon Valley, no tendríamos mucho que envidiarle. Yo no puedo pensar un sitio mejor para una empresa tecnológica». «Lo que ocurre aquí», puntualiza Martín Bosque, «es que están las ideas, pero asumimos poco riesgos. Cuando las cosas están muy claras, y ya tienes clientes y mercado, es cuando puedes tener más capacidad de inversión. Hace falta apostar por cosas nuevas».
Diego González considera que la crisis «ha sido una oportunidad para quien ha sabido moverse. Las grandes empresas descargan de costes y confían en las que somos pequeñas, que hemos demostrado capacidad y generado confianza, y que podemos responder con calidad, rapidez y generándoles un considerable ahorro».
El futuro lo tienen claro: estabilidad y crecimiento sostenido, no tanto en plantilla como en volumen de negocio. Y evolucionando en paralelo con productos individuales y proyectos en clave Sion. En sus mentes, también, la creación de star ups, en colaboración con otras empresas del parque. De hecho, Simbiosys y Signal, junto a un tercero, ya trabajan en un proyecto conjunto en esa línea. «Si tienes una actitud abierta y colaboradora, con empresas e instituciones, con la Universidad y los centros tecnológicos, la Milla es un caldo de cultivo increíble», apostilla Viñuela.