(LA NUEVA ESPAÑA)

Beso y bendición para la Inmaculada

Los peregrinos que iniciaron en Roma la celebración de los 125 años del colegio gijonés retornan felices tras asistir a una audiencia general con el Papa

A. R.

Amalia Valdés Rodríguez, alumna de primer curso del colegio de la Inmaculada, se llevó el papel protagonista pero el beso que la niña le dio y el que recibió del papa Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano, el miércoles, lo sintieron en carne propia y con la piel de gallina el medio centenar de peregrinos gijoneses que acompañaban a la chiquilla en ese momento especial. Algunos no pudieron reprimir las lágrimas "generadas por la emoción del momento", reconoce José Manuel Guerrero, director del colegio de los jesuitas.

Fue un instante que se ha convertido en el símbolo de toda la celebración que ahora comienza: la del 125.º aniversario del centro escolar de la Inmaculada. Su historia educativa empezó en el 30 de septiembre de 1890 y esa efeméride se festejará con profusión de actos en los próximos meses y, sobre todo, el próximo curso. "Con ese motivo surgió la propuesta de hacer un viaje a Roma y ofrecerlo a las familias o trabajadores del centro interesados, como inicio de la celebración, donde pudiésemos unir el disfrute turístico con la visita a lugares señalados de la historia ignaciana, incluida la curia general de la Compañía de Jesús, donde fuimos recibidos por el General de la Compañía, el padre Nicolás. También quisimos participar en una audiencia general con el Papa, que previamente habíamos tramitado a través de la Nunciatura Apostólica. Hubiera sido precioso una audiencia privada, pero son muy restrictivas y para poca gente", explica Guerrero.

Todo salió a pedir de boca y, aunque exhaustos, los 53 peregrinos estaban ayer felices de vuelta en Gijón. Además de visitar al General de la Compañía, al que llevaron como presente unas populares "princesitas" de la confitería La Playa, también pudieron saludar a Joaquín Barrero, que fuera rector de los jesuitas en Gijón el año en el que el centro cumplió su centenario y que en la actualidad es uno de los once consejeros -para Europa Meridional- del padre Adolfo Nicolás.

El broche del viaje fue la audiencia general con el papa Francisco en la que los peregrinos gijoneses compartieron cariño con otros 13.000 invitados con asiento en la plaza de San Pedro. "Antes las audiencias generales se hacían en el aula Paulo VI, que puede dar cabida a 6.000 personas, pero que el tirón de este Papa jesuita es tan grande que han tenido que trasladar estas citas de los miércoles a la plaza de San Pedro, que es un espacio mucho más grande", comentó Guerrero. La cita, que supone varias horas de espera y de estancia, incluye un recorrido de Francisco I en "papamóvil" por entre los grupos de invitados, lo que le permite saludar muy de cerca a todos los presentes. Fue en ese paso cuando el jesuita Javier Gómez, responsable de pastoral de la Inmaculada, alzó a la pequeña Amalia para que un guardaespaldas la aupara para darle un beso al Papa. "Nos habían dicho que tenía debilidad por los niños", así que el gancho funcionó. Guerrero aún tenía fresco ayer en la memoria "lo especial del momento, sobre todo por la cercanía que transmite el Papa, con su sonrisa, sus gestos y su humanidad". El director del colegio sólo se reprocha un olvido: "me dejé sobre la mesa del despacho las banderas del colegio y de Asturias que quería haber llevado. Cuando me di cuenta no me lo podía creer". Pero eso es pura anécdota.

(EL COMERCIO)

El Papa recibe en audiencia a una delegación del colegio de la Inmaculada

El centro ha iniciado la celebración del 125 aniversario de su fundación

El colegio de la Inmaculada ha iniciado la celebración del 125 aniversario de la fundación del centro, que se conmemorará el próximo curso. Durante el pasado puente de carnaval, profesores, personal no docente, alumnos y familias han viajado a Roma para saludar al General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás. También fueron recibidos en audiencia general por el Papa, que saludó personalmente a la pequeña Amalia Valdés, alumna de primero de Primaria.