Noticias / Homenaje a Luis Argüelles (p. 1949) en el foro cultural de La Nueva España
Esta Noticia fue editada el: 07-03-2014

Homenaje a Luis Argüelles (p. 1949) en el foro cultural de La Nueva España max-width=

(La Nueva España)

Luis Argüelles, paisano de leyenda

Colaboradores y amigos rinden homenaje al fallecido, "alma máter" del Museo del Pueblo de Asturias y "un ejemplar pozo de sabiduría"

07.03.2014 | 01:40

F. G. "Perspicacia, ironía, clarividencia, pasión, desprendimiento, humildad, tenacidad..." fueron como mucho la mitad de las virtudes que familiares, colaboradores y amigos destacaron ayer de Luis Argüelles, el "alma máter" del Museo del Pueblo de Asturias, fallecido el pasado 12 de enero en Gijón y homenajeado en el foro cultural de este periódico.

En su enorme modestia, Argüelles se habría ruborizado al escuchar la sucesión de epítetos que los intervinientes en el homenaje le tributaron, pero ni uno solo sobraba: generoso, ejemplar, trabajador, comprometido con su tierra... En hora y media de recordatorio de la una de las figuras icónicas de la recuperación y puesta en valor de las tradiciones populares asturianas hubo tiempo para reclamar al Ayuntamiento una calle en su nombre y para pedir la edición en libro de los escritos en prensa de un personaje irrepetible. Y para dedicarle sones tradicionales, a la gaita y a la bandurria, de manos de Dani García de la Cuesta, como apertura y cierre del emotivo acto, en el que estuvo presente el hijo del que fuera director del Museo del Pueblo de Asturias a jornada completa "hasta que lo arrinconaron en la biblioteca de El Coto, donde ayudaba a los chavales a hacer los deberes", como relató Luis Argüelles hijo.

Antes, Isabel Moro, hija de José Avelino Moro, uno de los colaboradores más cercanos a Argüelles, había glosado la figura del personaje y recordado cómo fueron los inicios del museo que dirigió. "Luis, con gente como Luciano Castañón, Patricio Adúriz, Manolo Encinas o el pintor Marola, entre otros, solían reunirse en un chigre, El Praviano, donde hablaban de lo divino y lo humano, y donde idearon la posibilidad de reproducir en la ciudad una copia exacta de un pueblo de Asturias". Corría la década de los sesenta y en 1968 la utopía se hizo realidad, gracias a la cesión de unos terrenos próximos a la Feria de Muestras por parte de Luis Adaro.

Manolo López definió a Luis Argüelles como "un pozo de sabiduría; nosotros éramos los frikis y él era el gurú": Y destacó su faceta pictórica y como dibujante. Berto Álvarez Peña, por su parte, añadió que el homenajeado "tuvo el privilegio y la gran suerte de dar con gente de Gijón para un trabajo de campo que hoy en día ya no sería posible hacer".

Como colofón, Luis Argüelles hijo mencionó "algunas cosas que no sabéis de mi padre, como que nunca preparaba las charlas, contaba lo que tenía en la cabeza". Y su afición por las ciencias: "Le apasionaban la física, la biología, la zoología... era un sabio en muchas cosas", sentenció.

Foto Angel