(La Nueva España)

El viaje emocional de Cuervo-Arango

"Mis fotografías aluden a lo que me interesa y me seduce", explica el artista gijonés, que expone en Suiza una muestra con 47 obras

Un artículo de FRANCO TORRE - Cada fotografía de José Ramón Cuervo-Arango es una sensación, una emoción. Cada vez que aprieta el disparador se corresponde con un latido. "Mis fotografías aluden a lo que a mí me interesa o me ha interesado a lo largo de mi vida. Es aquello que a mí me seduce, me interesa y me emociona", explica Cuervo-Arango. El fotógrafo acaba de inaugurar en Suiza la muestra "Mi paisaje", que se expone en la Fondation Auer Ory pour la Photographie, con sede en Hermance, Ginebra. Son en total 47 obras de épocas distintas y temática variada, algunas ya presentadas en otras muestras y otras inéditas, que se erigen, en palabras de Cuervo-Arango, en "paisajes emocionales" y componen, asimismo, un "viaje emocional".

La presencia de la obra de Cuervo-Arango en Suiza no es, ni mucho menos casual. Michel y Michèle Auer, el matrimonio que impulsó y dirige la fundación Auer Ory, llevan décadas siguiendo la trayectoria del fotógrafo gijonés. "Han dedicado toda su vida, y su dinero, a la fotografía. Les conocí en Arlés, a principios de la década de 1980, y les gustó mi trabajo", relata Cuervo-Arango. "Ellos estaban confeccionando su Enciclopedia Internacional de Fotógrafos desde 1839 hasta nuestros días ("Encyclopédie internationale des photographes de 1839 à nos jours", en su título original en francés), en la que cada fotógrafo tenemos una entrada específica, y hemos mantenido la relación todos estos años", añade.

Dentro de su magnífica colección, una de las más importantes del mundo con más de 100.000 tirajes fotográficos, los Auer conservan obra de Cuervo-Arango. Pero tras sus últimas y exitosas exposiciones en el Museo de Bellas Artes de Asturias, el año pasado, y en el Instituto Leonés de Cultura, el pasado febrero, el matrimonio Auer mostró su interés por presentar en Suiza una muestra con la obra del fotógrafo asturiano. La pandemia dilató un tanto los plazos, ya que originalmente la muestra se iba a inaugurar en mayo, pero en ningún momento puso en peligro la exposición, que finalmente se abrió al público el pasado día 16, en presencia del propio Cuervo-Arango, quien se desplazó a Hermance para asistir a la inauguración.

Entre las 47 obras seleccionadas por el matrimonio Auer para la muestra, algunas ya se pudieron ver en el Museo de Bellas Artes de Asturias y también en la exposición de León -tituladas asimismo "Mi paisaje"-, pero otras son inéditas. Una diversidad propiciada por la propia manera de trabajar y de entender la fotografía por parte de Cuervo-Arango, que afronta cada obra de forma individual y específica, volcando siempre en todas ellas la misma pasión, la misma emoción.
"Mis fotografías se conciben una por una", explica el gijonés, "no trabajo en series, no es conceptual: son emociones. Combinan muy bien unas con otras porque el hilo conductor es mi propia sensibilidad, y trato de dar un realce a cada foto como obra individual. Esto me permite recopilar fotografías de diferentes épocas y motivos, porque el punto de cohesión es mi propia manera de sensibilidad".

Dentro de esta manera de entender el arte de la fotografía, también se incluye la decisión de Cuervo-Arango de trabajar sobre materiales clásicos, en vez de usar los digitales. "Mis fotografías son analógicas, aunque ese término no me gusta: prefiero decir argénticas porque identifica a la plata como sustrato sensible a la luz. Yo las revelo y las produzco; cada una de las fotos lleva mucho trabajo y mucho de mí", explica el fotógrafo.

Otra característica de su producción es que trabaja con formatos de negativo grandes, pero con tirajes más bien de tamaño pequeño, lo que da mucha intimidad a las imágenes. Y por supuesto el carácter contemplativo de sus fotografías, en las que se percibe la paciencia y el placer por el oficio: "yo amo el medio fotográfico, y trato de pasar al papel mis emociones. Así se forjan mis obras", concluye.