Noticias / Claudia Díaz (p. 2013) y Ángela Díaz (p. 2018), un confinamiento entre Jaca y Gijón
«La vida que llevábamos hasta ahora quizá no va a poder ser y hay que ser conscientes»
Esta Noticia fue editada el: 30-04-2020

Claudia Díaz (p. 2013) y Ángela Díaz (p. 2018), un confinamiento entre Jaca y Gijón max-width=

(El Comercio)

Coronavirus | «Habrá menos concentraciones presenciales y más seguimiento de deportistas por plataformas virtuales»

Claudia Díaz, preparadora física y entrenadora de esquí, ha pasado las primeras seis semanas de confinamiento en Jaca, junto a su hermana, estudiante y esquiadora. Acaban de regresar a Gijón y desde aquí planifican el futuro de la práctica deportiva: «Hay que reinventarse»

CRISTINA TUERO - Están acostumbradas a vivir lejos de su tierra haciendo lo que más les gusta: entrenar y practicar deporte, concretamente el esquí, pero como a todo el mundo el estado de alarma y las restricciones fruto de una pandemia que tiene al mundo en jaque las dejó descolocadas. Claudia Díaz, de 24 años, y Ángela Díaz, de 19 años, han visto pasar las primeras seis semanas de confinamiento en su actual "hogar": Jaca. Allí pasan una buena parte del año, la mayor por razones de trabajo y la pequeña de entrenamientos de fines de semana, cuando sus estudios de Farmacia, que cursa en Vitoria, se lo permiten. El pasado fin de semana decidieron consultar a las fuerzas de seguridad si podían regresar a Gijón, su lugar de residencia como recoge su DNI, y uno de los siete supuestos en los que se permite viajar por las carreteras nacionales. Y lo hicieron.

Su vuelta a la región estuvo motivado, fundamentalmente, por los exámenes que Ángela debe afrontar estos días y que podrá asumir con mayor facilidad estando en casa, por conexiones y posibilidad de acceso al material de estudio. Porque, si por Claudia fuera «nos hubierámos quedado allí», afirma, riéndose. El viaje, con un coche cargado de bicis y material deportivo, fue excesivamente tranquilo, con dos únicos controles de policías autonómicas en Pamplona y Bilbao. Un «de dónde vienen y a dónde van» y esa confirmación de regreso a su lugar de residencia -sin siquiera mostrar papeles- hicieron el viaje más llevadero.

Ya en Gijón y tras el reencuentro familiar, ambas han comenzado a establecer sus rutinas de entrenamiento y clases. La pasión de Claudia por el deporte y la práctica de diferentes disciplinas la llevaron primero hasta León donde se graduó en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte e hizo el Máster en Innovación e Investigación en la misma disciplina. Recientemente, señala, se ha hecho Técnico Deportivo Superior en esquí alpino. Desde que cumplió los 17 años ha ejercido como entrenadora y preparadora física, trabajando en varios clubes de la cordillera hasta hace tres años que dio el salto al Pirineo, a trabajar en Integral Ski, un equipo de alto rendimiento. Sus únicos periodos de descanso, en situaciones normales, son mayo y agosto. De hecho, este viernes 1 de mayo, emprendía viaje vacacional junto a una compañera a Bali. Junto a su rutina deportiva, también se ha quedado en el tintero.

Su hermana pequeña, por su parte, reparte tiempo entre estudios e intentar no perder forma. «Toda esta situación es nueva para todos y no podemos saber qué va a pasar en el futuro. Pasaremos un verano muy distinto a los anteriores aunque eso no significa que no se pueda disfrutar igual», afirma Ángela Díaz.

Futuro próximo

Las dos hermanas, al igual que el conjunto de la sociedad, están convencidas de que la pandemia del coronavirus supondrá un antes y un después. Especialmente en el ámbito deportivo. «Da miedo pensar en lo que viene, pero espero que esto nos haga reaccionar. la vida que llevábamos hasta ahora quizá no va a poder ser y hay que ser conscientes», señala la entrenadora gijonesa. Desde su punto de vista, en el plano deportivo, dos serán las grandes cuestiones que tomarán protagonismo: las medidas higiénicas y sanitarias y las herramientas virtuales. De ellas, precisamente, están tirando actualmente: «El seguimiento de los deportistas será cada vez más a través de videollamadas, con menos concentraciones presenciales y siendo ellos más autónomos, pero a la vez partícipes del proceso de entrenamiento», señala. Un proceso que cree será algo más difícil para niños o adolescentes, pero al que tendrán que adaptarse todos, incluidos ellos mismos, los técnicos. Otro cambio que se avecina: los deportistas de alto nivel y la gente amateur «darán más importancia a tener material en casa para entrenar y si se puede casi un gimnasio entero«.

Su equipo es el primero en comenzar ese proceso de adaptación: «Teníamos prevista una concentración de físico en Jaca para el puente de mayo y ahora estamos preparándola para hacerla a través de plataformas virtuales con los deportistas en su cas. En estos tiempos hay que reinventarse, está claro».

De la misma opinión es su hermana. La esquiadora y futura farmacéutica confía en que «para el invierno que viene se puedan volver a abrir las estaciones de esquí para poder seguir disfrutando de este deporte, aunque probablemente haya que seguir nuevas medidas de precaución. Tendremos que adaptarnos a la situación y aportar lo que esté en nuestra mano para que la situación mejores y no aparezca ningún otro pico más adelante«.

 

 

Foto Angel