Noticias / José Manuel Peco sj, exconsiliario y nuevo Amigo de la Asociación, en la prensa
“Un ejemplo de persona que dedica su vida al servicio de los demás”.
Esta Noticia fue editada el: 23-12-2019

José Manuel Peco sj, exconsiliario y nuevo Amigo de la Asociación, en la prensa max-width=

(La Nueva España)

JOSÉ MANUEL PECO   Jesuita, distinguido como Amigo de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Inmaculada 

Un ejemplo de iniciativa, empatía con el alumnado y vocación de servicio

Párroco y profesor en la Inmaculada, “siempre dispuesto a ayudar”, instauró la procesión de la Virgen

 José M. REQUENA  - Aunque nacido en Molina de Aragón (1961), el padre José Manuel Peco García siempre se definió antes como jesuita que como guadalajareño. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1989, en Sevilla, y una década después fue ordenado sacerdote en Madrid. En la capital pasó gran parte de su carrera, destinado en el Pozo del Tío Raimundo, donde llegó a celebrar una de las misas en memoria de los fallecidos en el atentado terrorista del 11 de marzo de 2004. Pero fue tras su paso por Venezuela y Alcalá de Henares cuando definitivamente encontró su lugar, como párroco de la Inmaculada de Gijón. 

En la villa de Jovellanos pasó los últimos ocho años de su vida, donde ejerció multitud de cargos pero, sobre todo, logró volver a sentirse como en casa, siempre en el seno de la Compañía de Jesús. En Gijón fue administrador de la Comunidad de Jesuitas, de la que llegó a ser su vicesuperior, además de profesor del centro educativo y miembro del equipo de pastoral. 

Una labor que ayer se vio reconocida, en los actos del Día del Antiguo Alumno, organizado por la asociación de exmiembros de la entidad colegial. Allí se le rindió un cálido homenaje, en el que pudo sentir el reconocimiento de aquellos que disfrutaron de su presencia como profesor, ayudante o amigo. Y es que, si algo describe a la perfección cómo es Peco, es “su total disposición en todo momento para ayudar a los demás y arrimar el hombro” en todo aquello que se pida. Así lo hizo desde su llegada a Gijón tanto en la parroquia como en la institución académica. Pero, sobre todo, como Consiliario de la Asociación de Antiguos Alumnos del centro. “Ha sido un referente, ayudando en todo lo que pudo a la Asociación”, explican desde su junta directiva. Más aún después de tener que sustituir en ese puesto al padre Pedro Menéndez Cifuentes tras su fallecimiento. “Cumplió con creces el reto”, aseguran. 

Quienes han coincidido con él durante su estancia en Gijón remarcan que es “muy trabajador”, pero también “muy cercano, entrañable y muy querido por todos”. Dicen quienes más le conocen que “puede parecer tímido, pero cuando rompe esa barrera se abre mucho y es muy cálido”. Otra de las cuestiones que más remarcan de su forma de ser es que “aunque tiene una apariencia muy seria, tiene un sentido del humor muy especial”. 

Así se dejaba ver, por ejemplo, en su trato con los alumnos de catequesis, a quienes instruyó durante muchos años. “Siempre les hacía preguntas, durante la eucaristía, que no sabían responder, tirando de ese humor tan suyo”, recuerdan en el centro. O en los actos que presidía en el monumento del Sagrado Corazón de Jesús de Oviedo, como director diocesano del Apostolado de la Oración, donde tenía que luchar contra el viento. Precisamente durante su etapa en Asturias tuvo que hacer frente a uno de los momentos más duros de su trayectoria, con el cierre de la comunidad de Jesuitas de Gijón, este mismo año. Un momento difícil que no empaña sus buenos recuerdos en el imaginario del centro. Por ejemplo, como impulsor de la procesión de la Inmaculada, que sale cada año desde entonces. No en vano, Peco es un gran amante de las procesiones de Semana Santa, llegando a ser cofrade. Actualmente ya no reside en Gijón, ya que la Compañía de Jesús tuvo a bien trasladarlo a Logroño, donde ejerce como Superior de la Comunidad, pero en la ciudad asturiana siempre quedará su recuerdo como “un ejemplo de persona que dedica su vida al servicio de los demás”.

 

 

Foto Angel