(La Nueva España)

ANA RODRÍGUEZ ALONSO: PREMIO FIN DE GRADO EN INGENIERÍA QUÍMICA INDUSTRIAL

Ingeniera química industrial cautivada por la gestión

Ana Rodríguez está cursando en el País Vasco un máster en dirección de empresas

Ana Rodríguez Alonso llegó a la Ingeniería Química “por descarte”, ya que no fue hasta ahora cuando descubrió lo que de verdad quería estudiar. Nacida en Gijón hace 23 años, se encuentra cursando en Donostia un Máster en dirección de empresas, rama a la que le gustaría dedicarse cuando entre en el mercado laboral.

A pesar de ello, y aunque en un principio reconoce que no se lo creía, fue la alumna con el mejor expediente de su promoción en el grado de Ingeniería Química Industrial, y ayer recogió el premio del Grupo Daorje que le acredita como tal.

Un grado en el que el primer curso no fue de su total agrado, pero que tuvo asignaturas que le fascinaron, caso de Cinética y Reactores Químicos. Buenos recuerdos también guarda de profesores como su tutor del Trabajo de Fin de Grado, Herminio Sastre, quien también le dio clase en cuarto curso.

Viendo sus notas, está claro que Ana Rodríguez se lo ha “currado”. Como bien dice, “creo que todo el mundo tiene una idea de lo que supone estudiar en la EPI –Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón: muchas horas, trabajo y sacrificio”, por ello este galardón ha sido recibido con mucha alegría y orgullo por parte de sus seres queridos. Y de ella misma, puesto que en los últimos cuatro años ha dedicado casi la totalidad de su tiempo a los estudios, aunque también ha podido encontrar ratos para aficiones como la música, el deporte o la lectura.

Considera la inseguridad como su mayor defecto, y la capacidad de trabajo como su mayor virtud. Si retrocediera en el tiempo cuatro años, tendría una recomendación para ella misma: no agobiarse tanto, “porque al final con trabajo y esfuerzo las cosas acaban saliendo”, señala. Y si mirara al futuro y se viera a ella misma dentro de diez años, también lo tiene claro. Consciente de que el futuro inmediato pasa por residir lejos de casa, de sus padres, su hermano pequeño y sus amigos, dentro de una década espera estar de vuelta en Gijón, ”ciudad donde me gustaría residir”.