Noticias / Roberto Rodríguez Paraja (p.1993) encargado de restaurar la basílica de San Pedro de Salzburgo
«Triunfa desde 2010 con “Haro Architects” dando forma a todo tipo de proyectos contemporáneos»
Esta Noticia fue editada el: 18-06-2019

Roberto Rodríguez Paraja (p.1993) encargado de restaurar la basílica de San Pedro de Salzburgo max-width=

(La Nueva España)  

Un arquitecto gijonés en la cuna de Mozart

Roberto Paraja dirige los trabajos de rehabilitación de la abadía de San Pedro en Salzburgo (Austria)

LUJÁN PALACIOS - El arquitecto gijonés Roberto Paraja se había labrado una carrera prometedora hace una década, con numerosos premios por su trabajo entre los que se cuentan la “Plomada de plata”, el Premio de Arquitectura Fernando García Mercadal o el Trofeo Ricardo Magdalena, ambos en Zaragoza. Formado en Navarra y con estudio en Madrid y Gijón junto con su hermano Ángel Paraja, el estallido de la burbuja inmobiliaria y el parón en el sector (“pasamos de cien a cero en un momento”), le hicieron replantearse su futuro y decidió dar el salto internacional, creando un estudio en Austria junto con un arquitecto que conoció en el estudio de Ignacio Vicens en Madrid, Bernd Haslauer. Ahora triunfa desde 2010 con “Haro Architects” dando forma a todo tipo de proyectos contemporáneos, pero, cosas de la vida, han alcanzado amplia notoriedad en la ciudad de Mozart gracias a un ingente trabajo de restauración en la basílica de San Pedro de Salzburgo, la más antigua de habla alemana de Europa.

Todo empezó en una guardería, en un concurso que el gijonés ganó para la construcción de un “kindergarten” para el arzobispado de Salzburgo. “Hicimos el proyecto y la parroquia quedó encantada, así que después de eso nos encargaron la decoración litúrgica de la iglesia de San Michael, en la plaza de Mozart”, explica. El gran encargo llegó poco después, con una llamada para restaurar de forma integral la basílica benedictina de San Pedro de Salzburgo, de estilo barroco rococó y la iglesia más importante de la ciudad junto con la catedral. Fundada en el siglo VII, cuenta con la biblioteca más antigua de Austria y es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1996 como parte del centro histórico de Salzburgo. Su rica historia incluye hitos como que en el año 1769 Mozart, con sólo 13 años, compuso en ella la “Misa Dominicana” para el abad Hagenauer, y en ella también dirigió Mozart de forma personal en el año 1783 su famosa Misa en Mi menor. Además, Hyden está enterrado en su cripta, y su colorido cementerio, uno de los más antiguos de Europa, se hizo célebre en la película “Sonrisas y lágrimas”.

Los trabajos que está ejecutando el estudio de Paraja consisten principalmente en la ampliación de la cripta del siglo X para el enterramiento de los abades y en la estabilización de la bóveda que “en los últimos 200 años ha cedido unos 30 centímetros”. Además, también se está trabajando en la renovación del presbiterio y de la instalación eléctrica, con un presupuesto total que ronda los 15 millones de euros.

Un trabajo arduo y complejo, dada la trascendencia histórica del edificio, con numerosos frescos en su interior, en el que no se intervenía desde el año 1.000. Los trabajos se iniciaron el 24 de septiembre del año pasado, día del patrón de Salzburgo, San Rupertus. Ese mismo día se celebró una misa festiva y se cerró el templo al culto para acometer los trabajos de rehabilitación, que han supuesto la colocación de un complejo andamiaje en la parte central para proceder a trabajar en la bóveda. Quizás la parte más impactante de su labor porque “hemos estado a dos metros de los frescos, a una cota en la que normalmente no se trabaja y que ha supuesto un nuevo punto de vista”, explica Roberto Paraja.

Para consolidar la bóveda fue preciso el uso de tirantes para frenar el empuje lateral, con el sellado de una grieta que “tenía cierta urgencia”. A ello se suma que en la excavación aparecieron restos humanos y piedras de origen romano que tuvieron que ser convenientemente catalogadas. El trabajo fue completado por un equipo de restauradores que han devuelto el esplendor a los frescos, y ahora está previsto que la abadía se reabra al público el próximo día de San Rupertus, con la celebración de otra eucaristía festiva.

El cariño de los lugareños hacia su abadía es tal que los trabajos del estudio del gijonés han tenido amplia repercusión en Austria, con varias apariciones en la televisión local para explicar las intervenciones llevadas a cabo. “Es algo que nos sorprendió”, reconoce Paraja, consciente de la responsabilidad de llevar a buen puerto el proyecto en un país en el que a diferencia de España, “el plan de obra se lleva a rajatabla, es un documento sagrado y no caben retrasos ni modificaciones”.

La intervención en San Pedro les ha abierto una nueva dimensión de trabajo “muy interesante” y casual a priori, centrados en otro tipo de encargos que les han llevado a España, Colombia o Perú. El estudio cuenta ya con media docena de integrantes, y gracias a trabajos como el de la abadía y su eco en Austria “estamos haciéndonos con una cartera importante de clientes”, reconoce el arquitecto gijonés. Eso sí, “siempre pensando en regresar algún día”.

 

Foto Angel