MIGUEL MINGOTES | Artista iconoclasta
"A veces lo que digo es tan simple que puede que no se me entienda"
"Manejo la coña francesa y lo mismo que allí hay muchos pueblos que añaden el “sur-mer”, aquí podríamos decir que somos Gijón-sur-merde"
Cuca Alonso-
- ¿Quién es usted?
-Soy Miguel Mingotes, nacimos mi hermana y yo en el Sanatorio Begoña, un lunes, 5 de mayo de 1958, y desde entonces estoy aquí, con sesenta años cumplidos.
- Se le califica a usted de iconoclasta, hay gente que no entiende su significado. Explíquese.
-Yo creo que, a gran parte de los escritores, hay gente que no los entiende, y lo importante es que se entiendan ellos mismos. A mí no creo que no me entiendan porque busco la sencillez. A veces puede que no me entiendan por ser demasiado simple lo que digo.
- Es usted tan grande, pero se muere por lo pequeño?
-Lo grande es una consecuencia en la que no tuve nada que ver, propia de la vida, de la naturaleza. En lo que tuve que ver es en lo pequeño, es difícil distinguir lo simple con lo pequeño, no tengo nada contra lo grande, pero el mundo es infinito y la pequeñez y la grandeza son conceptos irrelevantes.
- ¿Cuál es su última idea?
-Hacer un librín sobre el cine cómico. En realidad no es la última idea, estaba parada, es del año 97. Había hecho un dibujín Javier del Río, de una cámara en blanco y negro con tinta china para ese libro, y me decidí a sacarlo ahora.
- ¿Y su última gracia?
-Si se puede entender la poesía como una gracia, pues alguna gracia tendrá. Se titula "Temporal" y dice así: "Mal día para ser gorrión, / eh, / pajarín?"
- ¿Qué película siempre volvería a ver?
-Me gustó mucho, cuando era pequeño, tendría 5 o 6 años, y me llevó mi hermano que me saca nueve años, a ver "Lawrence de Arabia", y me impresionó, pero hoy no quisiera volverla a ver. Hace poco fuimos al Jovellanos y pusieron una película de Charlot, "El circo", con una orquesta sinfónica en el foso, fue muy guapo.
- ¿Qué le sugiere la política de este país?
-Últimamente tenemos mucha ilusión con lo que hay, pero hay muchas cosas que hacer, y es un desengaño, no se puede cumplir todo lo que prometen. Lo del alcantarillado de Gijón es una vergüenza. ¿Quién va a venir a veranear aquí? Europa puede mantener su multa millonaria a España por no tratar las aguas.
- ¿Y el machismo?
-Siento un rechazo absoluto. Ahí sí que podía hacer algo. Hay que inculcar desde pequeño el respeto, no sólo a la mujer sino a todo el mundo.
- Dele un recado a Puigdemont.
-Que desaparezca. Abres el periódico y allí está; pones la televisión y lo mismo, con el ordenador igual. Tendría que desaparecer porque está haciendo mucho daño a la convivencia, sobre todo en Cataluña, ya que la división es mucho mayor de lo que se cree.
- ¿Quién es su poeta de cabecera?
-Si tengo que decir uno, Antonio Machado.
- ¿Y su mejor amigo?
-José Arias, y echo mucho de menos a Javier del Río.
- ¿Cuál es su plato preferido?
-Como de todo, y no puedo destacar a ninguno. De pequeño me gustaban mucho los calamares en su tinta y la carne asada con puré de patata, pero ahora me da igual.
- ¿Guisa usted?
-Ahora mismo, sí. Me sale bien el puré, los macarrones? Entre los conocidos alcancé mucho prestigio con el arroz con leche, pero hace tiempo que no lo hago, principalmente porque lleva dos horas y media conseguirlo.
- ¿Qué le apasiona?
-El mar.
- ¿Se sigue bañando?
-Sí. Miro todos los días a ver cómo está. Me baño cerca de la Pescadería, cuando está la marea llena.
- ¿Cuál es su juguete preferido?
-El móvil.
- ¿Ha escrito su epitafio?
-No, pero escribí el de Javier del Río, no como epitafio, más bien como una poesía. "Sólo / estoy aquí / cuando vienes / a verme." Es como si hablase él.
- ¿A quién le reza?
-No soy creyente, más bien "dudante", como decía Atahualpa Yupanqui. Pero les rezo a mi madre y a mi padre.
- ¿Está a favor de la normalización del bable?
-No. En Asturias hay muchas formas de hablar diferentes, que son bables. Por tanto es una lengua inventada que nadie la usa, y no se puede imponer. Mis sobrinos por ejemplo ya no dicen "ye", sino es. El bable no es madre de nadie.
- ¿Maneja usted la coña marinera?
-Manejo la poesía, y la persona que escribe poesía está riéndose.
- ¿Y maneja la coña francesa?
-Ésa sí. En Francia hay muchos pueblos que añaden el "sur- mer", por ejemplo, Boulogne-sur-mer o Banyuls-sur-mer. Aquí podríamos decir Gijón-sur-merde.