Noticias / Alfonso Peláez (1971) recuerda a Chema Cabezudo (p.1971) cuando «van tres años desde su ausencia»
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Esta Noticia fue editada el: 22-02-2018

Alfonso Peláez (1971) recuerda a Chema Cabezudo (p.1971) cuando «van tres años desde su ausencia» max-width=

(La Nueva España)

Te recuerdo, amigo

Memoria de los compañeros que se llevó un mes de febrero

Alfonso Peláez - En este cruel febrero que nos ocupa (cuando esto escribo ha llovido, con intensidad varia, todos los días), además del bananero y lolailo golpe del lupino Tejero "en compañía de otros", estoy pasando más frío que un merucu. Curioso mes éste en el que nacieron entre otros, claro, la mujer de mi vida, mi hermana Luisa, Tino Cuervo, compañero del colegio, Luis Antuña, ecónomo de la tertulia del Hotel Asturias, y mi primo José Blasco, a quien, a pesar del síndrome isleño emigrante, sigo apreciando.   

Este cainita mes se llevó a Dioni Viña, a Juan Ramón Pérez Las Clotas, maestro que apostó por mí y cuya carcajada ahí queda para la historia. Y por si fuera poco, al arquitecto Chema Cabezudo, con el que llegué, tras conocerle con siete años en la preparatoria media del colegio Inmaculada, a tener una profunda amistad. Van tres años, se dice pronto, desde su ausencia y coño, al ver estos días las copiosas manchas de carbón en el arenal de San Lorenzo, me acuerdo cuando un día me dijo: "Alfonso, que no nos engañen, ¡basta ya!"... me llevó, como en varias ocasiones, a su casa del muelle y en la inmensa e incomparable terraza del edificio que diseñó, donde el otrora garaje, al lado de la Comandancia de Marina, el polvo de carbón se cogía, dependiendo del viento, a palaes. "El Castillo de Salas no contamina un ático que mira a la dársena local", decía.

Hermano Chema, amigu del alma, te seguimos recordando con tu sempiterna sonrisa y esa carina de niño travieso que te hacía, sin serlo, el más joven de la promoción colegial del 71.

Foto Angel