La familia del P. Pedro Menéndez Cifuentes (p 1956), a través de su sobrina Covadonga Alonso Menéndez (p 1984),  nos  envía esta carta llena de sentimiento, testimonio  de recuerdo hacia Pedro y de gratitud a todos.  Desde la Asociación,  nuestro agradecimiento a Covadonga tanto por su contenido como por permitirnos compartirlo, y un cariñoso abrazo a toda la familia de nuestro querido Chifu.

Hace siete días recibimos la noticia del fallecimiento de mi tío Pedro y aunque no nos cogió de sorpresa no por ello resultó menos dolorosa. Durante tres días compartimos emocionados su pérdida con todos vosotros: amigos, compañeros, ex-alumnos... Pocas veces habremos escuchado y pronunciado una frase con tanta verdad "Te acompaño en el sentimiento". Porque la realidad es que mi tío tenía dos familias a las que se dedicó y cuidó con cariño y esmero a lo largo de su vida.

Los innumerables testimonios que recibimos fueron arraigando si cabe con más fuerza en mi ánimo dos sentimientos que hoy quiero compartir con vosotros: el consuelo de saber que Pedro sigue con nosotros y la gratitud. Una profunda gratitud que desde aquí me gustaría haceros llegar a todos.

Al equipo que lo atendió y lo acompañó en su enfermedad en el Centro Médico, en el que confió plenamente y que nos dió constantemente muestras de su gran profesionalidad y excelente calidad humana. GRACIAS

A la Compañía de Jesús, en especial a la comunidad de Asturias, y a la directiva de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio, que han estado constantemente pendientes de su evolución y han respetado celosamente su voluntad de discreción aunque ello les haya ocasionado momentos difíciles por la incomprensión de algunos durante su estancia en el hospital. GRACIAS por vuestra cercanía, por vuestra disponibilidad y por tanto cariño recibido.

A sus amigos de siempre, a sus compañeros profesores, al personal no docente del colegio, al Coro de Padres y a tantos y tantos ex-alumnos, GRACIAS por vuestra compañía y vuestros testimonios. El aprecio y el cariño de todos vosotros por "Cifu" nos ha conmovido y consolado profundamente.

Y, finalmente, GRACIAS a Dios, por su vida y por el privilegio de haber formado parte de ella desde que nací: como sobrina, como alumna, como creyente...; en casa, en el colegio, en las pascuas de Villagarcía de Campos (recuerdo la primera vez que contemplé atónita cómo atravesabas el salón de actos del viejo caserón abarrotado, mientras unos coreaban el "Dolorosa" y otros "Cifu", "Cifu" siguendo el ritmo con el brazo), en clases, comidas, celebraciones... en tantas y tantas conversaciones... 

Una parte importante de lo que soy como persona te lo debo a tí. Por ello no encuentro mejor homenaje para ofrecerte que intentar cada día ser fiel a tu legado y que te sientas orgullosa de mí. 

Con todo mi cariño, eternamente GRACIAS

Covadonga Alonso Menéndez (p 1984)