Noticias / Diego Cabezudo (p.1991) y su empresa Gigas en la prensa
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Esta Noticia fue editada el: 24-05-2017

Diego Cabezudo (p.1991) y su empresa Gigas en la prensa max-width=

(La Nueva España)

La Asturias que innova

El asturiano que guarda millones de datos

Gigas, empresa de alojamiento de información creada por el gijonés Diego Cabezudo, es una de las que más crecieron en el último lustro en Europa

José Luis Salinas Oviedo - El negocio de Gigas está guardado en enormes servidores, grandes amasijos de hierro sometidos a extremas medidas de seguridad. Nada de nubes. Lo que guardan con tanto cuidado son los datos de otras empresas, que se cuentan por muchísimos petas (la medida superior al tera), precisamente como los que intentaron robar los ciberatracadores que hace unos días trataron de lanzar una epidemia mundial que sembrara el caos con nombre de virus: "Wanna Cry" (Quiero llorar). El cerebro de esta compañía con sede en Madrid es un gijonés, Diego Cabezudo, con una amplia experiencia en el sector de las telecomunicaciones. Fue, por ejemplo, uno de los primeros de Telecable, cuando, la empresa ahora en manos de Euskaltel, era la Sociedad Promotora de las Telecomunicaciones en Asturias. Gigas ha sido elegida por el prestigioso diario británico "Financial Times" como una de las más innovadoras de Europa, y de las que más crecimiento han experimentado durante los últimos cinco años. Ocupa el puesto número 146 del continente en el ranking.

La idea surgió en una comida entre amigos en la Navidad de 2010. "Nos juntamos unos cuantos y vimos que todos teníamos el mismo problema: no había nada en España para alojar nuestros datos, y teníamos que recurrir a empresas de EE UU". "Vimos que había una oportunidad, dejamos nuestras posiciones cómodas trabajando para terceros y a finales de enero estábamos en el notario". A partir de ahí, todo fue muy rápido. En el verano consiguieron que varios fondos de inversión entraran en la compañía, y unos meses después abrieron un centro de datos en Madrid.

Aunque no todo ha sido un camino de rosas. Al nacer, quisieron especializarse en pequeñas y medianas empresas porque entendían, explica Cabezudo, que las grandes ya tenían bien cubierta esta clase de servicios. Pero, todo lo contrario, la mayoría de las llamadas pidiendo sus servicios eran de compañías de cierta envergadura. "De aquélla ni teníamos un comercial. Éramos los propios directivos los que íbamos visitando a los clientes", señala. Hoy en día, las empresas grandes son el 85% de su facturación.

"Nos equivocamos y cambiamos la estructura de la organización, pero también sacamos provecho de aquello. Ahora tenemos un gran número de comerciales y, como nos queríamos centrar en pymes, hicimos un panel de control que fuera muy fácil de usar por gente que no supiera de esto, y ésa ha sido una de nuestras ventajas", explica. Una vez comprobada que su tecnología de almacenaje funcionaba, decidieron dar el salto a los mercados internacionales.

Pero tampoco comenzaron con buen pie. Eligieron a Reino Unido como uno de sus primeros destinos. Otro error. En las islas del "Brexit" se encontraron, recuerda Cabezudo, con un mercado excesivamente competitivo: "Había treinta empresas como nosotros", unos clientes que estaban muy acostumbrados a comprar por internet, por lo que "nuestra filosofía de cercanía no les suponía ninguna ventaja". Por ello abandonaron las islas y probaron en Colombia. Allí fue todo lo contrario. Fue el primer país de su aventura americana. Ahora, la mitad de su facturación llega del otro lado del charco.

A finales de 2012 abrieron su propio centro de datos en Miami (Estados Unidos), en un edificio con un vecino ilustre. En una de las plantas, en la tercera, es donde está alojada la web del Gobierno de los Estados Unidos. Gigas ocupa un despacho de la segunda. Se trata del segundo mayor centro de datos del mundo y por allí pasa el 95% del tráfico de internet de Latinoamérica, un sitio estratégico y rodeado de unas extremas medidas de seguridad. "Es un edificio enorme que tiene dos bolas en el techo que en verdad son parabólicas, pero que tienen forma esférica para que no se sepa hacia dónde apuntan, y para resistir a los huracanes. Incluso te pesan a la entrada y la salida", señala. El año pasado abrieron otro centro de datos en Chile.

Entre sus servicios está también dar orientación sobre cómo protegerse contra los hackers. "Si contratas un servidor y le pones como contraseña 1234 no pasa una hora sin que ya esté hackeado", señala Cabezudo. Lo que buscan los delincuentes es, sobre todo, tener máquinas zombis para llevar acciones delictivas. "Reclutan los equipos de nuestras casas, y los mantienen ahí durante el tiempo, parados, sin hacer nada, hasta que un día deciden actuar y resulta que tu equipo está atacando, por ejemplo, a la web del Gobierno", asegura. También el ransomware que los ciberdelincuentes detrás del "Wanna Cry" han puesto en boga es una de las principales amenazas para el sector, señala. "Clientes nuestros han tenido problemas con esto", apunta.

La propia compañía vigila las contraseñas que su personal pone en sus ordenadores , incluso hacen alguna que otra oleada de "phising" (correos electrónicos contaminados con un virus) entre sus propios empleados para comprobar cuál es el que pica.

Pero pronto su expansión internacional se les quedó pequeña y decidieron dar el salto a la Bolsa. Eligieron el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), salpicado no hace mucho por el escándalo de otra tecnológica, Gowex. Desde aquello, asegura el gijonés, los controles se han extremado hasta el milímetro. "Eso sirvió para que los requerimientos sean de los más duros de Europa. Pero es mejor pasarse que quedarse corto y que luego haya problemas", asegura. Entrar en ese mercado les dio visibilidad y una mayor reputación. Ahora tienen entre ceja y ceja crecer con la adquisición de alguna compañía. Y ya buscan engullir alguna para no parar de crecer.

Foto Angel