Noticias / Semblanza de Víctor Rodríguez (p.1983) nuevo presidente de nuestra Asociación en la prensa
"Capaz, dispuesto y preparado" en palabras de Antonio Pellico (p.1980), presidente saliente.
Esta Noticia fue editada el: 18-12-2016

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(La Nueva España)

VÍCTOR MANUEL RODRÍGUEZ BLANCO | MÉDICO CARDIÓLOGO Y NUEVO PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS DEL COLEGIO DE LA INMACULADA

Mens sana in corpore santo

Su "vocación de servicio a los demás", como buen discípulo de los jesuitas, combina con la capacidad conciliadora de este músico y doctor gijonés

Ignacio Peláez  - "Capaz, dispuesto y preparado". Así definió Antonio Pellico Fonseca antes de cederle el testigo a su sucesor al frente de la Asociación de Antiguos Alumnos del colegio de la Inmaculada Concepción ante las promociones que ayer celebraron sus respectivos aniversarios. Víctor Manuel Rodríguez Blanco (Gijón, 1965), que hasta el viernes ejerció de secretario de la entidad, no ha hecho sino asumir un cargo para el que estaba predestinado alguien que define el "espíritu ignaciano" como "la vocación de servicio a los demás".

"Ad maiorem Dei gloriam" adquirió los conocimientos académicos que el colegio impartió pero, principalmente, se mimetizó con el espíritu colegial y los valores en la fe que inculca la Compañía de Jesús a "todos sus hijos" hasta su graduación en la promoción de 1983. El reto ahora es, en consecuencia, cuidar de todos sus hermanos. "Es una persona equilibrada en todos los sentidos de la palabra, trabajadora, como esa hormiga que trabaja lentamente pero muy segura", sostienen sus próximos.

Decir que es buena gente es quedarse corto para sus conocidos. Su fidelidad y lealtad a la institución jesuítica así como a sus compañeros hasta ahora en la Asociación de Antiguos Alumnos iluminan el carácter introvertido de Víctor Manuel, que lleva dándose a los demás desde que traspasó los muros del colegio. Su labor de secretario con Pellico ha sido "lo siguiente a eficiente" porque su carácter, que puede parecer tímido aunque quienes le conocen lo achacan a la precaución, se ha caracterizado por una sobresaliente capacidad dialogante. Nunca impone y siempre escucha con gran facilidad para conciliar y tender puentes. "Jamás se le verá discutir, nunca levantará el tono ni hará aspavientos de ningún tipo", sentencian sus allegados. En esta nueva etapa estará arropado por la directiva habitual. Juan Ignacio Rodríguez, Susana Llaneza, Javier Fernández de la Vega, José María Llinares, Pedro Telenti, Amparo Scola, Celia Castro, Francisco Javier García Rúa, Paula Fernández Martínez, José Arsenio Coto y Félix Martínez, más los cargos de consiliario, que ostenta Pedro Menéndez Cifuentes, sj, y el añorado -vive en Salamanca- Gumersindo Treceño Llorente, sj, que a sus 104 años seguirá como consiliario honorífico.

Además de una larga trayectoria vinculado con la compañía tiene el aval de haber escrito el libro "Camino del centenario" (2012), editado con motivo de los 100 años de la asociación. Una obra para la que se empapó de la historia jesuítica en Gijón, utilizando los archivos existentes, los fondos de la biblioteca del Padre Patac y muchas conversaciones personales con los expresidentes Claudio Fernández Junquera, Senén Guillermo Molleda Valdés, Chema Cabezudo y, por supuesto, Antonio Pellico. Incluso ahora dirige el incipiente coro de niños del colegio, pues Víctor Manuel estudió además la carrera de música. Le apasionan las melodías clásicas, toca el piano, órgano y acordeón y se deleita los oídos con canciones de "Il Divo".

También muestra su lado humano y servicial vestido de bata blanca y fonendoscopio. Se licenció en Medicina por la Universidad de Oviedo y ejerce de cardiólogo en el Hospital San Agustín, de Avilés. En el mes de febrero del año pasado defendió la tesis "Aturdimiento atrial y cardioversión en la fibrilación auricular", que fue calificada por el tribunal con "cum laude". En el hospital organizó varias sesiones instructivas de cardiología para las enfermeras del centro y, también, un curso grupal para pacientes con enfermedades coronarias con el objetivo de explicarles los mejores cuidados y resolver sus dudas. Al tiempo, realizó una guía para el residente para quien empieza a desenvolverse en el mundo de la medicina. Un libro que sirve de consulta y ejemplifica su pasión por la docencia. Incluso su hija Patricia, que ha seguido la estela sanitaria de su padre, reconoce que si no es por él no se hubiera sacado la carrera de Medicina que ultima en Oviedo.

La medicina también le sirve a Víctor Manuel como pretexto para profundizar en su lado solidario y el afán por ayudar a los demás. El pasado verano, en julio y junto a sus hijos Patricia y Víctor -estudiante de Ingeniería Industrial en la Politécnica de Gijón- se fue hasta Camboya a conocer de primera mano el proyecto que durante tantos años lleva desarrollando el jesuita Kike Figaredo. Durante tres semanas estuvo colaborando en el centro de salud, ayudado por su hija Patricia, y el resto de personal, conociendo a los pacientes y descubriendo sus necesidades. Retornó a España pero con la intención de volver más pronto que tarde al país asiático al detectar que, aunque existen problemas no controlados relacionados con la cardiología, no hay médicos de esta especialidad. Por tanto, sigue en contacto con profesionales en Camboya para intentar formar a médicos que den respuesta a esa parte cardiológica no atendida.

Otra de sus pasiones era el Centro Asturiano de La Habana en Gijón, del que escribió un libro como compendio de su historia. Además del ajedrez, le gustan las rutas en bicicleta y el spinning para mantenerse sano y activo. "Mens sana in corpore santo".

Foto Angel