(La Nueva España)

PABLO GONZÁLEZ-PALACIOS | Director de SER Gijón

"Somos `hooligans` del Sporting y miramos constantemente a la Escalerona"

"Recibimos la medalla de plata de Gijón con muchísima gratitud y esperamos devolverle responsabilidad y honestidad"

Óscar CUERVO - Pablo González-Palacios (Gijón, 1968) es el director desde 2010 de SER Gijón, una emisora que el próximo 29 de junio recibirá la Medalla de Plata de la villa por su compromiso a la hora de mantener informada a la sociedad local a través de las ondas. Es decir, de internet. El 96.5 de la FM cumplió este año un cuarto de siglo con un único objetivo: servir a los gijoneses. Una razón de ser por la que también pelearon durante estos 25 años otros directores, como Javier Asenjo, Joaquín Fernández-Carvajal y Paco Aresti, además de un equipo de periodistas, comerciales y técnicos "muy joven pero con una gran experiencia".

-¿Qué supone recibir la Medalla de Plata de la ciudad?

-Creo que no hay un orgullo mayor que recibirla. Todos los trabajadores de SER Gijón lo hemos acogido así. Te hace pensar que tienes que estar siempre a la altura, que no puedes defraudar a los ciudadanos. Recibimos este estímulo con muchísima gratitud y esperamos devolvérselo a la ciudad con responsabilidad y honestidad. Prometemos que vamos a intentar no defraudar.

-Este año han cumplido su 25 aniversario en las ondas.

-Llevamos 25 años con la marca SER, desde 1991. Pero antes ya hubo una previa, que era Radio Minuto, situada en las oficinas donde estamos ahora. Hablo del año 1983. Radio Minuto duró hasta 1991, cuando la SER decidió convertir esa emisora, que era musical, en una radio convencional. Fue un reto porque la gente estaba acostumbrada a combinar la música con la lectura de noticias y de ahí tuvieron que pasar a hacer unos contenidos distintos.

-Fue un cambio radical.

-Recuerdo que la gente no sabía quiénes eran Iñaki Gabilondo y Javier Sardá. Hubo que educar a la gente en ese sentido. Además, en 1992 la SER no era líder en España. Estaban Antena 3 Radio y otras emisoras con más oyentes. Tuvieron que pasar unos años hasta que nos hicimos con el liderazgo. Es cierto que se vive muy bien con él, pero también hay que estar acostumbrado a no ser líderes. La verdad es que los inicios no fueron fáciles. Salíamos a la calle y nadie conocía los nombres que componían la programación nacional. Y eso que de aquella teníamos gente mítica que sonaba muy bien, como Manfredo Álvarez, Toni Rodero y Marta Reyero.

-¿Cómo fue la transformación de Radio Minuto en lo que es hoy día la SER?

-Los periodistas se adaptan bien a las necesidades del medio, aunque también es cierto que por aquel entonces ya se hacía información. En su momento, a Radio Minuto la llamaban Radio Barricada porque coincidió con los años convulsos del sector naval. Ya se había hecho mucha radio de calle y pateado muchísimo la ciudad. Lo que había que hacer entonces era ampliarlo. Ya no solo era meter un disco y luego dar la noticia. Además, había que adaptar la programación que venía de Madrid y hacer más producción propia.

-¿Recuerda a alguien en concreto de aquella etapa?

-A Paco Seijo. Es una de las personas de las que más nos acordamos. Fue uno de los principales transformadores de Radio Minuto en SER Gijón, y se nos murió a causa de una enfermedad. Con esta medalla nos acordamos mucho de él. Fue una persona muy cariñosa y cordial con todos. Fue un auténtico referente. Ya lo creo que sí.

-¿Y a quién destacaría de la plantilla actual?

-A Guillermina Caso, jefa de informativos, que es una pieza fundamental. Es una persona a la que queremos mucho, que nos ha dado muchas lecciones y que es una gran maestra de periodistas, además de una bellísima y excelente persona que nos ha hecho a todos mucho mejores.

-¿Cuántas cosas han cambiado en los últimos 25 años en la emisora de SER Gijón?

-Antes había más horas de programación local, pero la información nacional nos fue recortando. Nosotros nos resistimos a perder más tiempo. De hecho, no cogemos ninguna programación que dan en facultativo -espacios radiofónicos para emisoras locales sin capacidad para producir tantos contenidos- y así poder ofrecer más programas relacionados con Gijón.

-¿Qué fue del quiosco que ponían en el Muelle y la Escalerona? ¿Van a recuperarlo?

-(Ríe) Cierto. Desde él emitíamos nuestros programas de verano. Pero no, en un principio no. Decidimos instalarlo en la Feria de Muestras y mejorarlo con un estand propio. Allí nos pasamos 15 días todos los veranos. Además, solo tenemos que abrir las ventanas si queremos saber qué pasa en la Escalerona.

-Cuando se piensa en las cosas eminentemente gijonesas y, entre el Sporting, el Muro y la playa de San Lorenzo, uno no puede dejar de acordarse de su frecuencia, la 96.5 de FM.

-(Ríe) Resulta sencillo no estar en una cadena regional y tener que aplicar su concepto. Podemos ser "hooligans" del Sporting y decir abiertamente que Fernando Alonso es ovetense cuando pierde y asturiano cuando gana. Y lo mismo sucede con el fútbol. Solo metemos al Oviedo cuando pierde (ríe). Nos debemos al público de Gijón y alrededores, ya que tenemos muy buenas audiencias en Candás, Luanco y Villaviciosa, pero siempre contando las cosas que aquí suceden. Nosotros no somos la emisora de Oviedo. Lo que ocurra allí nos importa menos. Nosotros somos "hooligans" del Sporting y miramos a la Escalerona constantemente. De hecho, nuestro premio, el Gijón Ciudad Abierta, que lleva 22 ediciones y va camino de la 23, es una reproducción de bronce de ella.

-¿Les marcan alguna directriz desde Madrid?

-Todos los trabajadores de esta radio podemos presumir de que en 25 años solo nos han dado una clave desde Madrid, que es que se ganara dinero. En 25 años no han levantado el teléfono desde Madrid ni una vez para indicarnos qué hacer o cómo tratar una información en ningún momento. Hemos tenido una independencia absoluta. Y eso que hubo momentos delicados, como las primeras elecciones que ganó Zapatero. Pero no. Ni una llamada. Las únicas que recibimos, como digo, son para recordarnos que tenemos que ser rentables. Hemos trabajado con una absoluta independencia, a nadie se le ha preguntado cuál es su ideología o se le ha dicho cómo hacer su trabajo. Su única obligación para con esta casa es ser veraz cuando emita alguna información.

-Los últimos años no han sido muy boyantes. ¿Han podido capear la crisis económica?

-Creo que hemos superado muy bien la crisis. Estos años han sido convulsos para los medios de comunicación, pero se han pasado bien. Podemos decir con mucho orgullo que no se ha perdido ni un solo puesto de trabajo en SER Gijón. Igual que en la Cadena SER se ha pasado muy mal, en la que se han perdido casi 400 puestos de trabajo en el último decenio, en SER Gijón no hemos tenido que prescindir de nadie. Nos han acompañado los dos pilares, que son el Estudio General de Medios y los anunciantes. Tenemos que dar las gracias por la fidelidad, tanto de los oyentes como de los clientes.

-Con internet, ahora pueden escucharles en todo el mundo.

-Sí. Por poner un ejemplo, Antón Meana, que trabaja en Radio Marca, nos envía constantemente mensajes, desde la final de la Champions League o no sé qué otro partido, diciendo que está escuchando los deportes de SER Gijón. ¿Por qué? Porque solo hablamos de Gijón, no tenemos que dedicarle tiempo a otras cosas.

-Uno de los principales retos de todo medio de comunicación es adaptarse a los nuevos tiempos. ¿Cómo lo llevan?

-En eso estamos todos. Estamos trabajando muy fuerte en nuestra página web, en la que cargamos las noticias con sus correspondientes audios. Además, intentamos captar a la gente joven. Basta revisar los últimos cambios. Por ejemplo, Manu Carreño ha sustituido a José Ramón de la Morena en "El Larguero" porque los chavales reconocen su voz de otras retransmisiones.

-La radio como medio tradicional, ¿está en riesgo?

-Yo creo que no, que no tiene por qué haber ningún problema. Lo más importante para garantizar su supervivencia y éxito es seguir generando contenidos. Si estos son buenos, ya los escucharán en el momento que quieran. A mi hijo, por ejemplo, le encanta escuchar "Gijón SER Deportivos", que se emite de 15 a 16 horas, pero no puede hacerlo porque en ese momento está en el colegio. ¿Qué hace? Lo pone a las 21 horas, cuando se va a la cama, gracias a internet, de donde se descarga el "podcast" del programa. Insisto, no es un problema de medios, sino más bien de contenidos. Si generas cosas buenas, la audiencia seguirá acudiendo a ellas. No importa que sea "Gijón SER Deportivos", el comentario de Iñaki Gabilondo, el matinal de Sergio Díaz o la noticia de Guillermina Caso. No hay ningún problema. Ya escucharás la radio cuando quieras.