(El Comercio)

El gijonés Nicolás Meana Cadrecha, elegido mejor cirujano otorrino de España

El joven, que se enteró del galardón gracias al aviso de varios amigos, reconocía ayer estar «encantado e ilusionado» con el premio

LUCÍA RAMOS GIJÓN - Es gijonés de pura cepa, pero la suerte quiso que fuese el País Vasco donde evolucionase su carrera profesional. El joven Nicolás Meana Cadrecha, médico especialista en otorrinolaringología y patología quirúrgica cervico-facial fue elegido el pasado lunes como el mejor profesional sanitario de España en su especialidad en los Doctoralia Awards.

Meana, que se enteró del galardón gracias al aviso de varios amigos que rápidamente se pusieron en contacto con él para felicitarle, reconocía ayer estar «encantado e ilusionado» con el premio. «Para elegir a los ganadores se tiene en cuenta, entre otras cosas, la opinión de los pacientes. Que estén contentos contigo, con el trato recibido y que además se molesten en compartirlo refuerza las ganas de seguir trabajando como hasta ahora», explicó a EL COMERCIO. «Ellos son quienes realmente te ven trabajar, así que este premio hace muchísima ilusión», agregó.

Natural de Gijón, el joven cirujano se licenció en Medicina en la Universidad de Oviedo y posteriormente se trasladó hasta Vizcaya para hacer la especialidad en el Hospital de Galdakao. Hace cinco años, una vez completó su formación, Meana comenzó a trabajar como especialista adjunto en el Hospital de Cruces, en Barakaldo, y un año después abrió, junto a su compañero Íñigo Pérez, la Clínica Integral Otorrinolaringológica de Bilbao.

En la actualidad compagina su trabajo en ambos centros sanitarios y todavía tiene tiempo para regresar a «la tierrina de vez en cuando», grabar educativos vídeos en los que explica diferentes patologías relacionadas con su especialidad junto a Pérez, así como actualizar el blog de la clínica con consejos saludables. «La relación médico-paciente cambió muchísimo en los últimos años. Antes era muy paternalista, el médico se limitaba a decirle al paciente lo que tenía que hacer y poco más, mientras que ahora la gente está más informada y demanda que el profesional les explique detalladamente qué es lo que les ocurre y por qué se decanta por uno u otro tratamiento», señala Meana. Las nuevas tecnologías, agrega, están ahí para utilizarlas, tanto dentro como fuera de la consulta.