Noticias / Adolfo Menéndez (p.1975) preside el Foro de la Regulación Administrativa
Esta Noticia fue editada el: 05-12-2015

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(La Nueva España)

ADOLFO MENÉNDEZ | Presidente del Foro de la Regulación Administrativa

"Existe un exceso de normativa que, al final, produce inseguridad jurídica"

"Los abogados no podemos ser simples herramientas al servicio del cliente; debe haber un compromiso con la sociedad"

Oviedo, C. JIMÉNEZ - Adolfo Menéndez, socio emérito del despacho Uría Menéndez, ha añadido desde esta semana a su amplio y prestigioso currículo un nuevo cargo, el de presidente del Foro de la Regulación, una asociación que nace de la inquietud compartida por los administrativistas para impulsar la divulgación y el significado de los asuntos centrales de su práctica profesional, además de realizar la necesaria reflexión crítica para construir el nuevo derecho administrativo en la era de la globalización. En la directiva del Foro le acompaña otro asturiano, Jorge Álvarez González, del bufete Ontier.

-En su presentación pública hablaban de hacer más transparente y conocida su actividad. ¿Es tan desconocido el derecho administrativo?

-En los últimos 10 o 15 años ha tenido más protagonismo el derecho privado y, particularmente, el derecho mercantil, quedando en un segundo plano el derecho administrativo cuando en realidad todos ellos conforman una especie de juego de matrioskas donde para que uno funcione debe estar vinculado al otro. También es verdad que en la medida que hay más transparencia, hay más responsabilidad y nosotros a veces nos encontramos con la dificultad de que no podemos informar abundantemente al estar limitados por normas deontológicas. A través de este foro también los periodistas podrán encontrar información rigurosa, asequible y didáctica sobre cuestiones de derecho público.

-¿Goza del reconocimiento esperado este ámbito del derecho?

-Cada parte del derecho lleva implícita una parte de lo público, laboral y fiscal. No hay ninguna actividad pura pero hay regulaciones que son, en buena medida, derecho público cuando nos centramos en el ámbito nacional. Si salimos hacia otros países estamos hablando de derecho administrativo mientras que otras actividades como el sector farmacéutico implican regulaciones de carácter más técnico. La cuestión es por dónde avanzar para construir progresivamente un nuevo derecho pero sin destruir el Estado de derecho tal como hoy lo conocemos porque es una conquista jurídica irrenunciable.

-¿Qué papel han jugado los administrativistas en las últimas reformas realizadas en la esfera de lo público?

-Jugamos un papel relevante porque las normas están elaboradas por juristas pero quizá conviene un par de reflexiones sobre ello. Hay que elaborar las leyes desde un punto de vista técnico y se hace necesario reducir el número de normas. Hay un exceso de normativa que aunque persigue la seguridad jurídica lo que produce es inseguridad. Conviene no regular sin sentido sino justificando por qué se hace. Nosotros, como juristas, nos aproximamos a las situaciones desde el punto de vista del derecho aunque en los últimos años vemos una preponderancia de la economía, que no necesariamente debiera ser así. No concibo el siglo XXI sin una economía boyante pero tampoco sin un derecho que garantice eso o sin una teología o una filosofía. Nosotros queremos aportar nuestro granito de arena y que se vea la trascendencia del derecho. No hay libertad sin Estado ni economía de mercado que funcione sin una regulación. En el terreno fronterizo entre poder y libertad es donde queremos aportar.

-¿Cómo se compagina el derecho público en el ámbito local?

-Hay que discernir entre derecho público nacional y el local de las comunidades autónomas. El verdadero problema en este momento es la globalización y muchos casos superan una única jurisdicción como las migraciones, que trascienden de un ámbito geográfico determinado. Se asume de forma simplista que hay un derecho global cuando de lo que se trata es de ir construyéndolo entre todos sin destruir lo que representa el Estado de derecho. Europa, por ejemplo, donde se han dado pasos por la integración es un modelo de eso: el avance debe ser siempre para mejorar, no para destruir. Los abogados no podemos ser simples herramientas, incoloras, indoloras, insípidas al servicio de la eficiencia en la atención a los intereses de sus clientes y de sus sociedades profesionales. Nuestra labor va más allá, debe incluir un compromiso con la sociedad en que vivimos desde el punto de vista del interés general.

-¿Cómo se puede construir ese derecho global sin destruir el Estado de derecho?

-El derecho como hoy lo conocemos en Europa procede de la Revolución Francesa. A los administrativistas siempre nos quedará el París de 1789 y el París de 2015. La escuela liberal administrativista de España es la primera en construir herramientas constitucionales dentro de ese ámbito. En la nueva ley de procedimiento administrativo se pone de manifiesto que la regulación en una economía de mercado es un valor público, coadyuvante del interés general. Y en el derecho hay un rigor técnico que hay que procurar reproducir a otros ámbitos de la vida cotidiana.

-¿Es posible la separación del poder judicial del político?

-Nuestro sistema constitucional funciona razonablemente bien. El avance del derecho administrativo va muy vinculado a lo que la jurisprudencia va diciendo. Eso no significa que no haya que mejorarlo. El derecho administrativo trata que el poder se someta a la ley. Esa es la esencia. Como juristas nosotros nos dedicamos al derecho aunque se trata de una práctica muy cercana a la política. Las administraciones funcionan con el objetivo del interés general y la acción política dirigirá ese objetivo pero el funcionamiento de la vida cotidiana debe de estar sujeto también a derecho.

Foto Angel