Noticias / La prensa regional recuerda a Chema Cabezudo (p.1971)
Esta Noticia fue editada el: 23-02-2015

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(LA NUEVA ESPAÑA)

Cabezudo recibe hoy el homenaje póstumo a una vida de entrega

A. R.

Las dependencias del tanatorio de Cabueñes fueron ayer un ir y venir de amigos consternados. Muchos de los que en vida cultivó y cuidó José María Cabezudo Fernández, arquitecto gijonés y un pilar de la familia jesuita de Asturias y de España -fue presidente de los antiguos alumnos de la Compañía de Jesús de España y Europea y era cordinador de la Red Ignaciana de Asturias-, fallecido el sábado en el HUCA, a los 60 años, tras luchar dos años y medio contra una leucemia aguda de difícil pronóstico. Dos trasplantes de médula y toda su fortaleza física y anímica no fueron suficientes para que este gijonés de intensa vida social y siempre comprometido con las causas sociales y ciudadanas, le ganara la batalla a la enfermedad.

Las palabras "generosidad", "servicio" o "dulzura" se repetían ayer entre quienes le conocían, y se espera que hoy a las 13.00 horas, en la iglesia parroquial de San Pedro, la despedida y homenaje al arquitecto gijonés sea multitudinaria. Precisamente en la iglesia de San Pedro está uno de sus trabajos más singulares, la capilla Panis Vitae creada por el más importante artista religioso de la actualidad -el jesuita esloveno Marko Ivan Rupnik-, que contó con Chema Cabezudo como arquitecto asesor. Como profesional Cabezudo deja en Gijón otras obras de referencia, como el Edificio Social del Sporting, o la parroquia del Buen Pastor.

 

Sin luto ni llanto, gracias Chema

La sonrisa, las bromas y las sentencias profundas que deja como herencia el arquitecto gijonés

Carlos Roces

Gracias, por ser como eres y por el ejemplo que nos das. Por la arrolladora fe que tienes y que nos transmites. Por tu profundo amor a Dios, que se refleja en amor a todas las personas, en especial a los que estamos cerca. Que presenciamos, con admiración, tus muestras de esperanza.

Sí, Chema, eres un hombre con suerte, porque tienes junto a ti a Iciar, llena de amor. Y fruto de ese amor profundo, tienes a Javier y José María. Esposa e hijos que te tienen presente. Que te llevan en su alma, en su sangre. Por encima del tiempo y de la materia. Te siguen admirando. El espíritu nunca muere.

Quienes tenemos la suerte de compartir contigo la mesa, cada viernes, seguimos teniéndote presente, viendo tu sonrisa, escuchando tanto tus bromas como tus sentencias profundas. Tu sitio, en la cabecera, está disponible, para ti y para tus hijos, en cualquier viernes que deseen acompañarnos.

Ya no lanzas tus "redes" para informar y para unir. Ahora son otras "redes" las que lanzas, como Pedro, para pescar hombres, para llevarnos contigo, siguiendo, de lejos, tu trayectoria.

Hoy, en la Santa Misa, en la Iglesia de San Pedro, rezaremos oraciones de Acción de Gracias, por esa vida que compartimos. No debemos tener luto ni llanto... porque sigues con nosotros.

 

Chema del alma, corazón de león

La inteligencia del debate de José María Cabezudo, su generosidad, ética y honradez iluminaron a sus compañeros de tertulia

Javier Hernández

No estoy escuchando música sacra. Suena "La Capitana" y "Gijón del Alma".

Asi asociare siempre a Chema Cabezudo. Lo conocí hace pocos años en La Tertulia de los Curas. Una tertulia a la que la diosa de la muerte ha visitado sin misericordia los últimos tres años. Ya se llevó cinco magníficas personas.

Cara de chico sano, parecía más joven de lo que era. Inteligencia aguda para el debate, incluso se atrevía con un peso pesado como Angel Aznárez. Organizador nato. Respiraba aire jesuita. Orgulloso de su educación jesuita y la exportaba incluso fuera de Asturias y España. Como soy de la cuenca Minera del Nalón tengo que decir que estoy usando la palabra jesuita como una organización que admiro porque han sido unos grandes exportadores de la cosa mas valiosa que tiene la humanidad, la Educacion? En la Cuenca los tres insultos mas graves son: esquirol, chaquetero y jesuita?

Gran distribuidor de noticias, era mi Oráculo de Delfos en Asturias porque estoy a 10.000 kilómetros, en Venezuela. Chema documentó magníficamente la vida de Jose María Díaz Bardales. No sé quién va a documentar la suya. Quizás el mundo jesuita.

Un día dijo que le habían detectado leucemia y empezó a pelear. Nunca he visto un optimismo tan convincente, derrochador. La voluntad jesuita saltó al ring de la vida y aguantó dos trasplantes de médula. Y gastaba bromas porque era portuguesa.

Pelear como un león. Para eso hace falta grandeza de alma y Chema podía exportar grandeza de alma, de generosidad, de ética y de honradez. Con unos cuantos Chema cualquier organización o país sale adelante.

Tenía una fe ciega en su médula portuguesa.

Lamentablemente yo trabajo en un hospital y sabía que los chances de sanar no eran brillantes. Cuando me dijo que tenia un "catarro" y lo iban a internar/aislar en mi mente se encendió la alarma amarilla y la veía roja. Una infección para alguien que tiene la medula débil es una complicación severa.

Cuatro veces en mi vida he estado involucrado con gente a la que estimaba y que la leucemia los ha tocado. Cuatro veces y las cuatro veces la diosa de la muerte no dio cuartel. Esta vez me acordé de un cuento de Calleja. Eran cuentos que venían en las cajetillas de tabaco (en mi niñez eran cajetillas de tabaco, hoy día se llaman otra cosa). En cada cajetilla un cuento pequeño. Uno era el de un niño pobre que quería a estudiar medicina. Se le aparece la diosa de la muerte y le dice que le paga los estudios si respeta su regla: Cuando visite a un enfermo la muerte estará allí. Si la diosa esta a los pies de la cama debe recetar y el enfermo se salva. Si la muerte está acurrucada a la cabecera de la cama, ese enfermo es de ella y no tiene que recetar nada. Todo va muy bien así hasta que se enamora de una mujer y un día lo llaman porque está enferma. Y la muerte estaba acurrucada en la cabecera. El médico lo que hizo fue girar la cama 180 grados y la muerte quedo a los pies y se salvó la chica, pero a él lo mato la diosa de la muerte.

Me hubiese encantado poder girar la cama de Chema cuando entró con el "catarro".

Un tipo muy valioso se fue en plena gloria y en plena juventud. La gente de la tertulia estamos que no nos calienta ni el sol caribeño. Frío en el alma. Dolor de alma que es el dolor mas terrible que conozco. No conozco a Iciar ni a sus "fíos" Chema Junior y Javier. Seguro Chema formó una linda familia. A la edad de sus "fíos" es difícil procesar esto. Lo digo por experiencia porque el capitán se fue a jugar a los bolos con San Pedro a los 60. Iciar se ha ganado el cielo ya, puede vivir de rentas celestiales. Mi gran admiración y respeto hacia ella. Acompañar a alguien en una UCI es un Via Crucis con demasiadas estaciones y demasiadas caídas. Prefiero que los enfermos terminales fallezcan en casa. Esta vez ha sido la mas dolorosa para mí.

Hay gente que empieza a pensar por qué se fue Chema y no tanto crápula y corrupto que llenan la vida española y peor aún la venezolana. No me meto en esos laberintos. Tampoco admito, la rechazo plenamente la resignación cristiana. Nunca me resigné cuando la vida me ha golpeado. Esto ha sido un golpe por debajo de la cintura para Chema y su linda familia. Pero para el dolor existen dos medicinas maravillosas: el tiempo y el trabajo. Si los que están ahora devastados se pudiesen dormir y despertar dentro de un año el dolor sería menos lacerante. Trabajé en la mina un verano y garantizo que el trabajo duro que no deja pensar ayuda mucho a curar el dolor mas malo de todos: El dolor del alma

Seguro que Chema ya está organizando una tertulia con Juanra Las Clotas, Jose María D. Bardales, Jose Luis Martínez y Miguel Díaz Negrete. Chema del alma, hasta siempre.

 

Ha muerto un cristiano

Fue un privilegio compartir su amistad y su religiosidad

Alberto Torga y Llamedo

Anteayer sábado, a ese del mediodía, me comunicó Alfonso Peláez que nuestro entrañable amigo Chema Cabezudo se encontraba ya en la agonía y pocas horas más tarde me volvió a telefonear para darme la noticia de que ya había emprendido el camino hacia la casa del Padre.

Quiero resaltar estas últimas palabras, que ponen de manifiesto mi fe en que la muerte no es el final del camino, sino que éste desemboca en la casa del Padre, que lo ha recibido con el cariño y la ternura, en la que José-María tanto confiaba.

Más de una vez le oí decir en privado y en público: "Yo tengo la satisfacción de saber y experimentar que Dios me quiere y que siempre me ha querido como a un hijo". En estos momentos ya se ha hecho realidad para él lo que nos anuncia el apóstol Juan en su primera carta (3,2): "Ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual es". Chema ya está viviendo a Dios cara a cara, con todo lo que este significa.

Conocí a José-María en la tertulia de los viernes, a la que llegué de la mano de dos sacerdotes amigos de ambos,-José Luis y Bardales-, que seguro que le habrán recibido con un fuerte abrazo, al igual que Juanra y Negrete: todos ellos contertulios entrañables, que ahora son intercesores ante el Padre de los que seguimos compartiendo mesa, mantel, amistad y opiniones cada viernes en el hotel Asturias de Gijón.

Chema era un cristiano serio, con una fe enraizada en su vida por unos padres que le inculcaron el amor a Dios y el seguimiento a Jesús de Nazaret. Como antiguo alumno de los Jesuitas, recibió la espiritualidad recia de San Ignacio de Loyola y había sido hasta hace poco presidente internacional de los antiguos alumnos.

Cada poco nos enviaba a los amigos diversos correos electrónicos con las actividades de la benemérita Compañía de Jesús. Y la elección de uno de los suyos como papa Francisco y la linea de sencillez y profundas reformas que está siguiendo le llenaba de satisfacción.

En la tertulia de los viernes no sólo era el encargado de la comanda, sino uno de los animadores de los diálogos entre los contertulios, con su opinión ponderada y su crítica certera y cargada de humor.

Cuando supimos que estaba afectado de un terrible mal, todos los suyos,-familiares y amigos-, nos pusimos a rezar por él, por su salud. Despues de un trasplante fallido, recibió la médula de un donante anónimo portugués, que aparentemente hizo el milagro, hasta el punto que hace unos meses celebró por todo lo alto su sexagésimo cumpleaños. Pero unas semanas después volvió a acecharle de nuevo la leucemia, que ha ido desbaratando todos los planes.

Chema afrontó con entereza y con una fe profunda los últimos momentos de su vida: no se trataba de una derrota, sino del encuentro gozoso con el Padre que le esperaba con los brazos abiertos para premiarle todo lo mucho bueno que ha hecho en su vida.

Para su esposa Iciar, para sus hijos Javier y José-Maria, para su madre Aurora y para sus hermanos Diego y Agustín nuestra cercanía y aprecio, y la seguridad de que seguirá presente en nuestro recuerdo y en las oraciones ante el Padre.

Uno de los hijos me decía en el tanatorio: "Papá nos ha dejado el listón muy alto". No sólo a ellos, sus hijos, sino a todos los que hemos tenido el privilegio de compartir su amistad.

 

(EL COMERCIO)

Fallece el arquitecto José María Cabezudo, "un hombre culto y de fe"

Tenía 60 años y llevaba tres luchando "con entereza" contra la leucemia. Será incinerado esta tarde y el funeral será mañana en San Pedro

OLGA ESTEBAN

Peleó con entereza y fe durante tres largos años pero no consiguió ganar la batalla. José María Cabezudo, Chema Cabezudo, falleció ayer a los 60 años en el HUCA, en Oviedo, donde permanecía ingresado en las últimas semanas. Pese a todos los esfuerzos, el enorme apoyo de todos los suyos y los dos transplantes de médula a los que había sido sometido, una complicación de los últimos días agravó su estado y, finalmente, ayer se despedía. No se ha separado de él en todo este tiempo su esposa, Iciar Onzain Beobide, que incluso llegó a pasar con él dos duros periodos de aislamiento en el viejo HUCA. Le llora ahora también su madre, Aurora Fernández de Terán. Y sus hijos, Javier y José María. Éste último terminaba sus estudios de Arquitectura precisamente cuando a su padre le detectaron la enfermedad. Sus proyectos de trabajo conjunto (llegaron a hacer una propuesta para el concurso de ideas para la rehabilitación del poblado de Inuesa, en Lloreda) quedaron entonces truncados.

En aquel trabajo, como en tantos otros, José María había colaborado con su hermano Diego. Ayer le costaba contener la emoción para hablar, también en nombre del tercer hermano, Agustín, de su compañero de profesión, amigo y hermano. En ese difícil momento salieron apenas las palabras para admitir que lo que más le emocionaba era "la cantidad de amigos que tenía y cómo le querían todos. Eso es lo que más dice de una persona". Porque recién llegados prácticamente al tanatorio de Cabueñes (donde está instalada la capilla ardiente, en la sala 2) ya eran muchos los que habían querido acercarse a acompañar a la familia.

Pese a sus muchas colaboraciones, nunca tuvieron un estudio conjunto. Porque José María, durante algunos años ejerció como arquitecto del Catastro, para Hacienda. Después regresó al ejercicio libre de la profesión. Y en ese camino dejó su recuerdo en forma de proyectos y obras en la ciudad. En el edificio social de la Escuela de Fútbol de Mareo. En la nueva iglesia del Buen Pastor. En los locales de la parroquia de San Pedro y de la Fundación San Eutiquio. En el anteproyecto, encargado por el Ayuntamiento, del edificio de Servicios Sociales en El Natahoyo. Incluso el diseño urbanístico (realizado junto a Alejandro Miranda) del que estaba llamado a ser el nuevo barrio más ecológico de Gijón, Ecojove, un proyecto que finalmente no ha visto la luz, truncado por la crisis económica. Su sello está, sobre todo, en su propia casa, el edificio del Muelle al que la familia se mudó tras finalizar la obra.

Participó José María Cabezudo durante años en todos los debates sobre los grandes proyectos urbanísticos de Gijón. Nunca ocultó su opinión sobre las intervenciones del Muro, de la estación intermodal o del plan de vías, por ejemplo.

 

"Sabía de todo"

Pero si algo destacan de él quienes le conocían y querían son las cualidades humanas. Hablan de un hombre "sociable, polifacético, abierto a todo el mundo", como recuerda Joaquín Aranda, quien eligió a Cabezudo para que presentara su novela, el año pasado. "Ingenioso, con un sexto sentido", prosigue, triste por la pérdida de alguien implicado siempre en actividades intelectuales. "Valía para todo". Añade Antonio Carroquino que "sabía de todo". Porque era Chema Cabezudo, hay coincidencia, un hombre muy culto y hábil, "un gran gestor" que sentía pasión por la lectura y por Roma. Un arquitecto "interesante y versátil" y un hombre, al fin, "con el que daba gusto hablar".

Y era, por encima de otras muchas cosas, una "persona de fe". Muy creyente, Cabezudo estuvo ligado toda su vida a la Compañía de Jesús. Su paso por las aulas del colegio de la Inmaculada le marcó, porque fue presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Inmaculada entre 1989 y 2008, presidente de la Federación Española de asociaciones entre 1994 y 2003 e, incluso, de la Federación Europea, entre 2002 y 2005. Durante su presidencia creó el torneo deportivo de antiguos alumnos y destacó su compromiso con los proyectos de la Compañía de Jesús en Honduras. Quien le sustituyó en el cargo, Antonio Pellico, hablaba ayer de Cabezudo como una "gran persona" y destacaba la entereza con la que había llevado su enfermedad "con la ayuda de Dios" e intentando que "los que le rodeaban sufrieran lo menos posible". Era también coordinador de la Red Ignaciana de Asturias (RIA).

De su forma de ser da buen ejemplo su última petición, trasladada ahora por su familia: han pedido que no se envíen flores al tanatorio y que el importe de las mismas sea donado a la Fundación Josep Carreras.

Los restos mortales de José María Cabezudo Fernández serán incinerados hoy, a las 20.30 horas, en el tanatorio de Cabueñes. El funeral por su eterno descanso se oficiará mañana, día 23, a la una en la iglesia de San Pedro.

Foto Angel