Noticias / Aurora Vigil-Escalera (p.1984) inauguró su nueva galería
Esta Noticia fue editada el: 09-01-2015

Aurora Vigil-Escalera (p.1984) inauguró su nueva galería max-width=

(LA NUEVA ESPAÑA)

Aurora Vigil-Escalera abre su nueva sala arropada por artistas y coleccionistas

"Estoy realizando un sueño", afirma la galerista, que homenajea a sus padres por el trabajo que hicieron durante tres décadas en Van Dyck

J. L. ARGÜELLES

Fue una fiesta y, además, muy concurrida. En un momento en el que muchas galerías clausuran sus puertas y los espacios culturales se desploman como fichas de dominó, abatidas por los coletazos de la crisis económica y medidas como la subida del IVA, la apertura de una sala de arte se convierte en una singular ocasión. Acostumbrados al funeral cultural de los últimos años, los bautizos se agradecen y se celebran. Así ocurrió ayer en la inauguración de la sala Aurora Vigil-Escalera, en la calle de Capua, donde la galerista reunió a un numeroso público que correspondió con sonrisas y aplausos.

"Estoy realizando un sueño", dijo una emocionada Aurora Vigil-Escalera, que aprovechó el acto de presentación de su sala y de los tres artistas que ha elegido para esta apertura (Mariano Matarranz, presente ayer, Pablo Genovés y David Rodríguez Caballero) para homenajear a sus padres, Angelines y Alberto, con los que se ha curtido, durante treinta años, en la galería Van Dyck, una de las referencias asturianas para todos los aficionados al arte. "He aprendido todo de ellos", señaló.

La galerista estuvo arropada por una nutrida representación de artistas y coleccionistas, a quienes agradeció su presencia porque algunos de ellos se desplazaron incluso desde ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla para no perderse la apertura de la sala: "Estoy sorprendida y muy agradecida". Artistas como Herminio, Kiker, Lisardo o la fotógrafa Sofía Santaclara no quisieron perderse la cita. También participaron en la fiesta Rubén Suárez o José Antonio Samaniego, críticos de arte de LA NUEVA ESPAÑA. Y no faltaron políticos como la exalcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; el senador y expresidente del Principado Vicente Álvarez Areces o José María Pérez, diputado en la Junta General y candidato socialista a la Alcaldía el próximo mayo.

"Es una fiesta por partida doble", hizo resaltar el también crítico y escritor Juan Carlos Gea: "Se abre una galería, no se cierra". Aurora Vigil-Escalera mantendrá activa asimismo la sala Propuestas. Para la nueva galería de la calle de Capua ha elegido un lema con el que declara sus intenciones: "Nuevo espacio, la misma filosofía". Dicho de otra manera: quiere mantener la línea ecléctica que ha cultivado mientras pilotaba Van Dyck, aunque ya ha manifestado que va a centrarse más en los autores de su generación. Para la inauguración, tres artistas que, como señaló Gea, "desbordan" las tres disciplinas clásicas que cultivan: pintura, fotografía y escultura.

 

(EL COMERCIO)

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PACHÉ MERAYO

En la calle Capua, mirando de reojo la del Marqués de Casa Valdés, con el viento del mar respirando cerca y a solo unos metros de la veterana Van Dyck, su casa, su empresa, su cuna, Aurora Vigil Escalera ha «hecho realidad un sueño». 12 años después de tomar el relevo de sus padres, Eduardo y Angelines, fundadores de la sala de arte allá por los ochenta, abre su propio espacio con su propio nombre. Lo hizo anoche con lleno absoluto y la filosofía que lleva redactando todo este tiempo asumida como carta de presentación y destino. Pleitesía al arte maestro, ventana abierta al que emerge valiente. «Seguirán estando los grandes, como Gordillo, Farreras o Canogar, pero también habrá creadores jóvenes que traigan aires nuevos», decía ante su enorme «familia». Esa que ha ido creando con sus artistas, como Kiker o Herminio, que igual que Consuelo Vallina o Edgar Plans no quisieron perderse la apertura del nuevo espacio. La familia que integran también los coleccionistas, que ya dejaron ayer varios puntos rojos en las paredes nuevas. La que suma a otros directores de otras salas asturianas. A políticos que gobernaron en otro tiempo y hoy son amigos, como Vicente Álvarez Areces, Mercedes Fernández o Paz Fernández Felgueroso. Unos y otros se dejaban envolver por la conversación que mantienen los tres primeros invitados del programa, Mariano Matarranz, David Rodríguez Caballero y Pablo Genovés. También por las palabras de Juan Carlos Gea que verbalizó la transición protagonizada por Aurora buscando en el poso de pasado y en las marcas del presente la esencia de la historia que sigue y también comienza.

Y recibiendo el eco de las palabras, de los cariños y de las admiraciones, la fuerza alquimista del asturiano de Madrid Mariano Matarranz (1952), cuya potente pintura gobierna el escenario del fondo con "La huella del aire". Con ella hace hablar a la materia reclamando vida donde acuden la erosión y el óxido. A ambos lados de la sala las fotografías de Pablo Genovés (Madrid, 1959) y su barroca y apabullante encrucijada de lenguajes, sobre la que una vez clavada la mirada parece imposible escaparse. A su lado, en medio de la sala, y en realidad por todas partes, David Rodriguez Caballero (Navarra, 1970), el más joven de la nómina Marlborough de Nueva York. Su abstracción geométrica engarza como joya un discurso pictórico sobre materia escultórica. En realidad, los tres hablan con sus manos más allá de su propio idioma. El fotógrafo y el escultor tienen en sus herramientas suertes de pintor, mientras el pintor seduce con la evidencia de la materia.

Foto Angel