COMUNICADO DE ALBOAN

Carlos Mejía fue apuñalado en su casa el pasado viernes 11 de abril a pesar de las medidas de protección que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le había asignado desde 2009, a raíz del golpe de Estado, para proteger su vida y su integridad. Mejía, trabajaba en ERIC y RADIO PROGRESO, organización hondureña, promovida por la Compañía de Jesús, dedicada a la denuncia pública de las violaciones de derechos humanos, a la lucha contra la impunidad en el país y al acompañamiento de otros defensores/as de Derechos Humanos.

Tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el presidente constitucional Manuel Zelaya,  las circunstancias de trabajo del equipo humano de ERIC y RADIO PROGRESO se habían convertido en un asunto difícil con amenazas directas a más de 15 personas del equipo.

ALBOAN (ONG promovida y respaldada por la Compañía de Jesús, Provincia de Loyola) lleva trabajando con estas organizaciones pertenecientes y lideradas por jesuitas en Honduras desde hace más de 10 años. Nos unimos a todas las muestras de dolor en solidaridad con su familia, amigos y compañeros de Carlos y queremos condenar con contundencia este asesinato. Además exigimos al Estado Hondureño que se esclarezcan sin dilación las circunstancias de este asesinato y que no se atribuya a la violencia estructural en el país.

Por su memoria y la de otros tantos continuaremos trabajando por la justicia, la dignidad y los derechos humanos.

Por usted, Carlos.

NOTA DE PRENSA DE RADIO PROGRESO

El Progreso, Yoro 12 de abril de 2014
Radio Progreso y Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación, ERIC

Carlos Hilario Mejía Orellana, miembro del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación, y Radio Progreso, de la Compañía de Jesús en Honduras, fue asesinado la noche del viernes 11 de abril en su casa de habitación en la colonia Suazo Córdova de esta ciudad de El Progreso, Yoro.

Nuestro compañero se desempeñaba como responsable de mercadeo y ventas de nuestras instituciones, y era uno de los miembros de nuestro equipo para quien la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había requerido al Estado de Honduras medidas cautelares para proteger su vida e integridad. Estas medidas de protección fueron decretadas por la CIDH en fechas 2 de julio de 2009, 26 de abril de 2010, 03 de mayo de 2010, 02 de junio de 2010 y 27 de mayo de 2011.

Su asesinato es una muestra más del fracaso de las políticas de seguridad del Estado hondureño y de su falta de voluntad política para adoptar las medidas efectivas de protección establecidas por la CIDH.

Frente a ello, exigimos una investigación seria y diligente que conlleve a la identificación y sanción de todos los responsables de este crimen.

Callar la verdad aplasta la dignidad de las víctimas, ¡No más impunidad!